Zuleta pinta sus bordados en el barrio central

Redacción ANTONIO ANTE

Los bordados de las mujeres de Zuleta, plasmados en blusas, camisas, toallas, manteles…, que demuestran su talento, creatividad y habilidad, están ahora pintados en las paredes de la iglesia y varias casas del barrio central de esa comunidad, que se ubica al suroccidente de Ibarra, en Imbabura.

Desde hace dos meses, aproximadamente, llegó a la comunidad la artista visual Mónica Vázquez, que propuso pintar los bordados en una serie de murales, en los cuales el color azul predomina. La idea encantó a los vecinos y la ‘ruta de los bordados’ comenzó.

Para llevar a cabo este proyecto, la artista recibió el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio que, previo a concurso, le otorgó ocho mil dólares no reembolsables en el marco de los Fondos de Fomento a las Artes.

Las mujeres de Zuleta viven en armonía con la Madre Tierra, por ello las flores y los animales están presentes en cada trabajo bordado. Esto no es de ahora, es desde hace mucho tiempo, dice Fanny Albán, quien en su almacén de bordados ha recibido a miles de turistas de todas partes del mundo.

Trabajo
Los murales que forman parte de la Ruta de los bordados estarán en las fachadas de las casas de Carlos Sandoval, Gudelia, Marcelina, Fanny Albán y cuatro vecinos más, quienes fueron beneficiarios del proyecto, informó el Ministerio de Cultura.

Doña Fanny compartió con Vásquez un diseño de su mamá para pintar el mural. Mientras que Hermelinda Albán, una de las pioneras en la confección de camisas bordadas, logró que se plasme el modelo que tenía en su mente y, por supuesto, en bordados. Y a pesar de que elaborar el boceto del diseño fue tarea difícil, la artista lo consiguió; hoy es uno de los murales más visitados por los turistas.

Investigación
Para lograr el objetivo, Mónica Vásquez realizó una investigación por más de dos años y en la jornada muralista contó con el apoyo de los artistas, MS, KST y Carolina Iturralde.

Vásquez destaca que la cromática de los bordados está basada en los colores de los hilos con los que son trabajados, logrando una identificación de los diseños a simple vista.

Juan Chachalo, presidente de la comunidad, afirma haber recibido llamadas de felicitación del extranjero por la iniciativa, pero “ahora toda la comunidad quiere tener un mural de los bordados en su casa. Por eso, vamos a apoyar para que se realice una segunda etapa, el cabildo cubrirá un porcentaje y los propietarios también aportarán”, concluyó. (CM)