Tungurahuenses buscan abandonar el país

En una mana sombr, con la ilusi y esperanza de alcanzar el sue de llegar a la Madre Patria que permitir mejorar la situaci econica, muchos ambates y tungurahuenses desde las 04h00 empezaron a llegar hasta las afueras del Centro de Movilizaci de Tungurahua.
Ni la constante deportaci de los migrantes impide que muchos compatriotas sigan abandonando el pa, ahora aspiran hacerlo con una visa de trabajo que garantice su estabilidad lejos de los suyos y de la tierra que los vio nacer.
Los bajos sueldos que no alcanzan para satisfacer las necesidades bicas de una familia, es la raz fundamental para salir de pa. Ayer hicieron largas colas quienes tambi tienen trabajo fijo y con sueldos que oscilan entre 150 y 350 dares.
Fueron 12 los militares que apoyaron en el control de seguridad y en una de las dos carpas para verificar los datos, previa la entrega de los tickets.
De diez a veinte personas ingresaban cada 15 minutos al interior a sentarse en la cancha principal, donde estaban ubicadas unas 200 sillas.
Mica tropical alegraba el ambiente, mientras los aspirantes a conseguir una visa de trabajo de todas las edades poco a poco pasan a las carpas respectivas.
Aproximadamente 600 tickets se entregayer y ahora comenzar las entrevistas y recepci de carpetas, tambi en el Centro de Movilizaci, donde se seguirentregando los turnos para los ds posteriores, porque se han entregado turnos hasta el micoles de la prima semana, dijo Wilson Morales, delegado del Ministerio de Trabajo y Recursos Humanos.

El objetivo es mejorar
Mario Perdomo, ingeniero en sistemas, de 35 as de edad, casado con dos hijos de 16 y 6 as de edad; desde hace cuatro as trabaja en la Uni de Organizaciones Campesinas del Noroccidente de Tungurahua (Unocant).
Actualmente labora como coordinador de proyectos de desarrollo de ea con un sueldo de 350 dares mensuales, que en algo ayuda para sostener a su familia, pero como profesional aspiro ganar m, sel
Como toda persona visionaria su anhelo es viajar fuera del pa en lo posible a ejercer su profesi con un sueldo superior a los 600 dares que permita brindar un buen futuro a los suyos.
Astambi con carpeta en mano y pegada a las verjas que separan la calle con las instalaciones del Centro de Movilizaci, estuvo Mar Moposita, madre de una aspirante a viajar a Espa.
Do Mar, con un ‘pael’ sobre su cuerpo, un sombrero en la cabeza y la mirada fija que segu los pasos de su hija, contestaba nuestras preguntas. Es la primera de sus ocho hijos, de profesi aparadora y un trabajo eventual que no le permite sostener a su familia.

A trabajar en lo que sea
Edison Castillo, profesional en Mercadotecnia, 40 as de edad, casado y tres hijos a peques. Ante la falta de fuentes de trabajo se dedical comercio informal, actividad difil de ejercerla ante la persecuci de los polics municipales y comisarios, indica.
Con el anhelo de encontrar nuevas oportunidades, no precisamente en el campo para el cual se preparen la universidad, pero spor un trabajo fijo y con un buen sueldo.
Mensualmente en la calle gana aproximadamente 200 dares, monto que no alcanza para pagar el arriendo, alimentaci, educaci y vestimenta de sus hijos.
Hizo una reflexi: «cuando los espales llegaron a nuestro pa, se llevaron nuestros tesoros, ahora a cambio aspiramos que nos den una oportunidad para surgir».

Espera solo una oportunidad
August Chango llegmuy por la mana para hacer cola y probar suerte, coger el ticket, presentarse a la entrevista y esperar que los empresarios espales le den esa oportunidad que anhela.
Viene de la comunidad Tilul de la parroquia Pasa, 27 as de edad, casado y una hija de diez as, actualmente se dedica a administrar una tienda de abarrotes de su propiedad y a la agricultura.
«Lo que se gana apenas alcanza para alimentar a la familia y vestirse, pero si queremos tener algo en la vida, ya no tenemos».
Si tiene la oportunidad de viajar, aspira laborar en agricultura, actividad que tambi la ejerce desde que tiene uso de raz y que la aprendide sus padres.

Dispuesta a arriesgarse
Lilia Mazabanda salide su casa cuando reci empezaba a asomarse los destellos del d, llegcon su peque hija de dos as de edad en brazos.
Delante de Lilia estaban aproximadamente cien personas, su objetivo era uno solo, viajar a trabajar fuera del pa, porque le han dicho que se gana bien.
Tiene 26 as de edad, casada y de profesi costurera, ganaba mensualmente cien dares, ahora sus jefes le pidieron que descanse hasta que haya trabajo. Al momento esten la desocupaci.
En Espa tiene familiares que le han pedido que se arriesgue, porque solo astendrun futuro para ella y su familia.
Su esposo es zapatero, uniendo los dos sueldos casi hacen 200 dares, dinero que no alcanza para pagar el arriendo y vivir dignamente.