Yolanda (nombre protegido) tiembla solo con ver el rostro de su padrastro, aunque la víctima lleva su apellido, ya que la crió desde pequeña, considera que en su vida este hombre fue monstruo y no en el padre que ella esperaba tener.
La afectada esperó tener la mayoría de edad para denunciarlo y fue así como un día acompañada de un familiar llegó hasta la Fiscalía de Tungurahua a contar lo que Héctor Fabián A., le hacía desde que era una niña.
A los pocos días que Yolanda presentó la denuncia a finales de 2018, su padrastro huyó y después de un poco más de un año que pasó escondido, la Policía Judicial lo detuvo justo cuando estaba a bordo de un bus interprovincial cerca de la Terminal Terrestre de Ambato, al que tras darle lectura de sus derechos, primero lo llevaron a una casa de salud y posterior a la cárcel hasta la audiencia del caso.
Yolanda ya conoce sobre la aprehensión de este hombre y ahora lo que pide es que tenga la mayor sanción, ya que la violaba desde que era pequeña.
En la audiencia de llamado a juicio desarrollada el fin de semana, el agresor quedó con prisión preventiva por 90 días hasta que dure el proceso investigativo.
Hechos
Yolanda, de 19 años, contó a las autoridades que su padrastro aprovechaba que se quedaban solos para ultrajarla.
Primero comenzó tocándole sus partes íntimas y luego la violó, además, la tenía amenzada que si llegaba a contar algo la iba a matar.
También por varias ocasiones Héctor Fabián le dijo que ella era solo de él, por lo que tenía prohibido tener amistades y peor un enamorado. “Me dijo que me regaría acido para dañar mi cara y así nadie me quiera, por lo que tenía prohibido que alguien se acerque a mí”, contó la víctima a las autoridades.
Además, reveló que le contó a su madre, pero que ella no le creyó y se aferró al hombre que era su pareja.
Yolanda por el temor de morir, dijo tuvo que soportar las agresiones de su padrastro, pues empezó a tocarla cuando tenía 6 años y a los 8 años la violó por primera vez en la casas donde creció. Ella fue su víctima hasta que cumplió 18 años.
Cuando tuvo su mayoría de edad decidió irse de la casa a donde su tía y fue ella quien la acompañó a la Fiscalía, desde que aquella fecha se conoce recibiría amenazas por parte de los familiares de su padrastro, por lo que la joven forma parte del Programa de Testigos Protegidos de la Fiscalía de Tungurahua.
La víctima pasó con miedo por más de 10 años y aunque ya no vive en la provincia, ella estará al tanto de todo el proceso en contra de su padrastro. (EV)