Socialismo del siglo XXI y militares

El régimen correista del siglo XXI ha sido generoso, condescendiente, no ha
escatimado en elevar su presupuesto y ha dado extraordinarias prebendas a la
«casta militar»; en reciprocidad a tal situación los armados han sido
obedientes, deliberantes y extremadamente consentidores en favor del
Ejecutivo.

Como nunca en la historia democrática, el Ejecutivo, ha complacido a las
FFAA, extendiendo jugosísimos contratos viales, de construcción y
remodelación, de elaboración de pasaportes, de elaboración de papeletas
electorales, etc, por citar un ejemplo. Para pasar luego a repagarles por un
roll que ni siquiera esta definido y que tampoco cumplen a cabalidad la
función estipulada para esta institución y sus hombres en la Carta Magna de
la Republica, a la que por su puesto no juro respetar nuestro «Presidente de
la Republica».

Muy a pesar de esto y de algunas acciones innumerables al
margen de la legitimidad, que esta por demás citarlas, como los diputados a
dedo denominados por el vulgo como” diputados de los manteles», destitución
de los diputados de oposición del Congreso, TC, etc., el presidente Correa
volvió a recibir nuevamente el favor popular para la Asamblea y con ello el
pueblo ha entregado no solo su confianza, sino su destino y el de sus
descendientes.

Pero esta victoria del Ejecutivo, luego de largas jornadas únicas y de
exclusividad para la línea del gobierno, de populismo, subsidios, promesas,
primeras piedras, bonos, prestamos, etc. no solo garantizan su permanencia
en el cargo, sino que indirectamente afianzan su estabilidad con el apoyo de
los uniformados. Así mismo, los militares han tomado extraordinaria
estabilidad y una absoluta posición que aumenta su poder y accionar en este
régimen socialista del siglo XXI.

Correctivos de ninguna clase ante estas falencias constitucionales se
prevén, el poder de las armas con Asamblea o sin ella sigue y seguirá
presente en el convivir político del Estado ecuatoriano, mucho mas cuando el
presidente Correa, al parecer, profesa una presencia maquiavélica por las
milicias, que ni siquiera se molesta en disimularla, de allí que jamás
existió la menor intención de poner orden en la casa militar como hasta aquí
lo demuestran sus actos.

Todo exceso es malo, tanto así, que a corto o largo plazo, producen efectos,
las fuerzas militares no necesitan aun mas prebendas y beneficios, pues en
el transcurso de la historia tanto democrática como la heredada por las
dictaduras militares han tenido y de sobra; esto inclusive ha desembocado en
el manejo doloso de los bienes y servicios institucionales, fomentando
deliberadamente actos de corrupción, sin explicación, ni sanción en la
historia del país.

Ojala el exceso de prepotencia y uso de la fuerza al margen de la Ley no sea
progresivo en este régimen por parte de sus FFAA. No seria para nada
saludable seguir contando con victimas humanas como en el caso del soldado
que perdió la vida en el curso de comandos, o el registrado ayer del colono
en la provincia de Orellana.

Además esperamos no quede impune como ha sido costumbre en esta institución, pues al respecto existen enormes dudas y mas que todo necesita saber el pueblo acerca de esta función extra de» brindar seguridad a empresas privadas y a donde se desvia ese dinero obtenido por tal función».

Dra. Diva Bravo Pardo
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