
Los arranchadores merodean como buitres buscando carroña en el Centro Histórico. Esto se puso en evidencia ayer, cuando la Policía capturó a un sospechoso en delito flagrante. La captura la hicieron los agentes de la Subdirección Nacional de Investigación Contra el Delito de Derecho a la Propiedad (Sidpro-BAC).
Ellos ya sospechaban que el implicado no tenía las mejores intenciones. Estaba parado, se movía de un lado a otro y no dejaba de observar a posibles víctimas.
Los policías, que estaban vestidos de civil, no se le acercaban. Querían pasar desapercibidos para atraparlo con las manos en la masa.
Tuvieron que pasar varios minutos para que eso ocurriera. El presunto delincuente se dio cuenta de que el conductor de un taxi manejaba con la ventana abierta y con el celular a la vista. Además, tenía 20 dólares, por lo que también le brillaron los ojos.
Los agentes vieron que el sujeto se acercó al taxi y metió medio cuerpo por la ventana, forcejeó con el conductor y se apoderó del móvil y del efectivo.
Era el momento de actuar. Tras una breve persecución a pie, los agentes de la Sidpro–BAC lograron alcanzar al implicado a pocas cuadras de donde ocurrió el robo.
El taxista, entre una mezcla de ira, susto e indignación por lo que le había pasado reconoció al sujeto como el responsable del ilícito.
Luego de leerle sus derechos, el joven que presuntamente causó el robo fue trasladado a la Unidad de Flagrancia para que se inicie un proceso penal en su contra. (FLC)