¿Se ha preguntado si su esófago está bien?

¿Se ha preguntado si su esófago está bien?
IMPORTANTE. Se trata de una técnica que ayuda a diagnosticar también enfermedades de aparato digestivo. (Foto: Ieced)

Si alguna vez ha experimentado que al comer sus alimentos, más allá de sentir placer, siente incomodidad y molestia en la zona del pecho (al nivel del esófago), es porque quizás le está pasando lo mismo que le sucedió a ‘Juan’ (quien prefiere guardar su identidad).


Cada vez que desayunaba, almorzaba, cenaba o ingería cualquier tipo de productos en el día, la sensación era la misma. Él sentía que la comida se le quedaba atascada en el pecho y no bajaba al estómago.


Al pasar el tiempo, después de varios meses, el cuadro de ‘Juan’ se fue agravando. Ya no bastaba con ayudarse a pasar los alimentos con líquidos. El dolor seguía, y no solo al comer sólidos, sino también al beber líquidos; y su capacidad de retenerlos en su cuerpo no era posible. Empezó a arrojarlos (vomitarlos) casi completos, tal como los había masticado. Irónicamente, lo único bueno de esta desagradable situación es que al expulsarlos por la boca (de forma natural y no auto induciéndose) sentía alivio en el pecho, aunque de manera momentánea.


Tratamientos básicos iban y venían, pero no encontraba solución, al ser confundido su diagnóstico, por ejemplo, con la enfermedad de reflujo. Y por último, empezó a bajar considerablemente de peso. Al año, pasó de tener 180 a 150 libras.


Lo que ‘Juan’ no sabía es que tenía una enfermedad del esófago llamada acalasia, comenta Hannah Pitanga de Robles, gastroenteróloga del Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas (Ieced), experta en el área procedente de Brasil, quien asegura que de habérsele realizado una manometría de alta resolución a tiempo, se hubiera evitado tantas penurias. Es que, inclusive, en una endoscopía puede pasar desapercibida esta entidad en las primeras fases.

Tenga en cuenta


Otras anomañías como la hernia de hiato o la hipotonía del esfínter esofágico, que podrían presentar cuadros similares a la acalasia (con sus respectivas variantes) o quizás ningún síntoma, como suele pasar en esta última en mención; bien pueden detectarse con mayor efectividad con esta tecnología de avanzada, que aún es poco usada en el país, pero que sí se aplica con efectividad en el Ieced, aseguran sus autoridades.

Adelantos en pro del paciente


En los últimos años se ha experimentado un gran avance tecnológico en el estudio de los trastornos motores esofágicos, como es el caso de la manometría de alta resolución, la cual permite un mejor diagnóstico en comparación con la técnica convencional.


Este procedimiento se refiere al uso de suficientes sensores de presión (alrededor de 36) colocados cada 1 o 2 cm, de forma que, por interpolación entre estos, la presión intraluminal esofágica puede llegar a ser mostrada de forma continua en el espacio.


Dentro de sus características: define completamente el perfil de presión intraluminal, registra simultáneamente los dos esfínteres y el cuerpo esofágico, y realiza un análisis de los datos en forma de mapas topográficos, con lo que mejora el conocimiento de la función motora del esófago.


«La manometría de alta resolución, combinada con otras pruebas como la pH-impedanciometría de 24 horas, es una herramienta de referencia para lograr el diagnóstico más preciso y poder adoptar el tratamiento idóneo en cada caso. Presenta numerosas ventajas frente a la manometría convencional», recalca Pitanga.


Permite ‘navegar’ por el interior del esófago y ver exactamente dónde se localiza el problema y en qué consiste. Esto ayuda a evitar en los pacientes molestias innecesarias, derivadas de diagnósticos menos precisos realizados con técnicas pasadas. (PT/ Ieced)

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En menor tiempo


° Una clara ventaja de La manometría de alta resolución es que se evita mover la sonda, eliminándose los artefactos del movimiento y haciendo que la exploración sea más rápida y confortable para la persona Esto se confirma en un estudio que demuestra que el tiempo del procedimiento con ésta tecnología es significativamente menor que el que se efectúa con una manometría convencional (8,2 minutos vs. 24,4 minutos).


La técnica es más fácil de realizar y puede ser practicada tras un breve entrenamiento. Además, permite estudios más reproducibles, dado que la ‘variabilidad interobservador’ en los estudios manométricos es un hecho comprobado, dicen los expertos del Ieced.

El Dato
El Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas (Ieced) se encuentra en una fase educativa y entrenamiento de sus doctores, así como demás colegas.

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