El 18 de marzo de 2019 Pablo H., de 50 años y de nacionalidad cubana, asesinó a Vicente Rodrigo Vásquez, de 67 años.
La víctima tenía 30 heridas, dos de estas mortales. Además, el sentenciado le habría colocado una funda plástica en la boca a su víctima para acelerar su muerte.
Por este delito el extranjero ya fue declarado culpable, sin embargo, tanto Fiscalía como la defensa técnica del procesado presentaron un recurso de apelación.
Así, acogiendo el pedido de Fiscalía, la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Tungurahua ratificó la sentencia en contra de Pablo H. y agravó su condena de 22 a 34 años y ocho meses por el delito de asesinato.
El sujeto, además, deberá pagar una multa de 800 salarios básicos unificados.
El proceso se inició cuando Pablo H. narró los hechos en los que aseveró que la víctima habría querido entrar a su casa a robar y que para impedirlo, habría tomado un cuchillo de la cocina y, en defensa propia, lo mató.
Argumento que fue desarmado por la Fiscalía que logró determinar que el sentenciado era amigo del ciudadano asesinado, que mantenían una amistad de aproximadamente cinco años y que incluso fueron compañeros de trabajo. Además, Pablo entró a su hogar con varias manchas de sangre en el rostro, lo que alarmó a su esposa y la motivó a llamar a la Policía.
La fiscal Lorena Cárdenas se refirió a las pruebas presentadas en la audiencia de juzgamiento, con especial énfasis en el informe de inspección técnica ocular, en el que se manifiesta que durante el reconocimiento se encontró una cédula del occiso, misma que fue fijada y revisada en los anuncios probatorios de la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio, que permitió que la pena del ciudadano se agravara, debido a que la víctima era un adulto mayor. (NVP)