Los jueces del Tribunal de Garantías Penales de Ambato, la tarde del viernes, ratificaron la sentencia de Milton Richard T. a 34 años y ocho meses de cárcel por el asesinato de su hijastro.
En segunda instancia, la Fiscalía de Tungurahua demostró que el sentenciado camufló el asesinato y lo hizo pasar como un suicidio del adolescente de 13 años, por lo que además el acusado, deberá pagar 20.000 dólares como reparación integral a la familia de la víctima por el delito ocurrido en el 2018.
Según un comunicado de la Fiscalía, Lorena Cárdenas se refirió a las pruebas con las que se demostró la responsabilidad del procesado, con especial énfasis en la autopsia médico-legal y su respectiva ampliación, que determinó que el adolescente falleció por asfixia mecánica, es decir por la obstrucción manual de su nariz y boca.
A esto se sumaron los testimonios de los familiares, el informe investigativo de la Dinased, el informe del rector de la entidad en la que estudiaba del adolescente, que demuestra que había sufrido maltrato en su hogar, y la denuncia puesta en la Junta Cantonal en contra del sentenciado por agresiones anteriores.
Además, se resaltó que el hecho ocurrió el 28 de octubre de 2018. Después del trabajo, la madre de la víctima llegó a su hogar en compañía del hoy sentenciado y encontró al menor sin vida, en el piso de su habitación, con una bufanda alrededor de su cuello.
Un mes antes del crimen el menor escribió una carta a su mamá, afirmando que su padrastro lo maltrataba físicamente y que deseaba irse de la casa por miedo a morir a causa de un mal golpe, prueba que fue contundente para la acusación del agresor. (EV)