Planeta: Incendios y erupciones, enemigos de los animales

Incendios y erupciones, enemigos de los animales
POBLADORES. El tapir andino también forma parte de la fauna del volcán.

Mamíferos, reptiles y anfibios pueden morir o salir lastimados en eventos naturales o provocados.

El volcán Cotopaxi que está dentro del Parque Nacional del mismo nombre se ha constituido en una amenaza no solo para las personas, sino también de cientos de animales grandes y pequeños y la posible desaparición definitiva de otros.


La falta de alimento, la migración o la imposibilidad de escapar son considerados por especialistas que hablan de las especies que habitan en las zonas de influencia del coloso y aunque no son ejemplares que están en peligro, sí pueden disminuir sus poblaciones.


Dentro de estas consideraciones el biólogo Santiago Ron, conocedor de anfibios y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), refiere el caso de la rana cohete de Quito, en peligro de extinción y que podría desaparecer porque su única y reducida población está en las inmediaciones del río Pita, que se ubica en zona de influencia del volcán.

Incendios y erupciones, enemigos de los animales
ESPECIE. Los osos de anteojos también están en el Cotopaxi.

Mamíferos del lugar


Venados de cola blanca y colorados, zorrillos, pumas, conejos silvestres, lobos de páramo, cervicabras, entre otros grandes mamíferos, son los que habitan en el área del Cotopaxi y, aunque no se los ve con frecuencia, tienen, en su mayoría, poblaciones saludables. En el caso de una erupción se verían afectados solo los individuos de esa zona, señala Santiago Burneo, especialista de la PUCE en zoología de mamíferos.


Estos animales pueden huir hacia otros sitios y madrigueras que no estén ocupados por ejemplares de la misma o de otra especie, tienen que buscar nuevos lugares para alimentarse, pero también se convierten en presas fáciles de ejemplares más grandes, explica.


Sin embargo, asegura que la mayor afectación se daría en los más pequeños como roedores (ratón topo), conejos, zariguellas, raposas, musarañas, comadrejas, murciélagos… que están limitados para migrar y corren el riesgo de morir en el mismo lugar. Estos animales forman una base en la cadena alimenticia de mamíferos y aves rapaces, y estarían en el foco ante la ausencia de su alimento.

Incendios y erupciones, enemigos de los animales

Otros que no se escapan


Hay varias especies de anfibios que habitan en la zona del Cotopaxi que, a excepción de la rana cohete de Quito, no tienen peligro de extinción. Un ejemplo son las ranas marsupiales y las cutines del género pristimantis que tienen una población con amplia distribución. Con una afectación del coloso morirían los individuos que allí se encuentran, manifestó el biólogo Santiago Ron. Pero como estos anfibios son el alimento de otras especies de animales, su ausencia causaría alteración en el ecosistema, aseguró.


En el caso de los reptiles, de acuerdo al especialista Omar Torres, profesor de la PUCE, no hay peligro de extinción. En la zona viven muchas especies que también se encuentran en otros lugares. Entre estas las ‘guagsas’, que son lagartijas de dos especies: las Stenocerous guntheri que se encuentran hacia el norte del Cotopaxi y las Stenocerous cadlei que pueblan hacia el sur. (CM)

Salvar a la rana cohete


El programa emergente para rescatar la especie de rana cohete de Quito ha dado como resultado, hasta el momento, poner a buen recaudo a ocho individuos, dos de los cuales fueron encontrados en los últimos días en las inmediaciones del río Pita, en el Valle de los Chillos.


El biólogo de la Universidad Católica Santiago Ron señala que el objetivo es sacar a todas las ranas del lugar y mantenerlas a salvo hasta que pase la emergencia del volcán Cotopaxi, tomando en cuenta que es la última población de esa especie que no ha sido vista en ningún otro lugar en los últimos años.


La rana cohete de Quito, que antes era común en los Andes ecuatorianos, desde Cañar hasta Carchi es hoy considerada una especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).