Los protocolos de bioseguridad en el Centro de Rehabilitación Social de Loja para evitar que las personas privadas de la libertad y sus funcionarios se contagien con el Covid-19 se aplican desde el lunes 16 de marzo de 2020.
«Estos protocolos están dirigidos en cinco ejes: salud; seguridad; ingreso de alimentos y abastecimiento; área legal; y área social», dice Santiago Torres Rivera, con grado de teniente de fragata, director de esa entidad.
Evitar contagios
Con esos protocolos se busca que la población penitenciaria se adapte a esos mecanismos de bioseguridad para evitar en lo posible un contagio con el Covid-19 que hasta ayer no se ha dado en el centro carcelario de la localidad.
«Tenemos que prepararnos para que esta carga viral no ingrese al Centro de Rehabilitación Social. Los protocolos de seguridad como limpieza y fumigación se cumplen constantemente y no se han detenido», indica el director.
Hay especialistas
Torres Rivera afirma que la sinergia con el Ministerio de Salud Pública no se ha detenido. En ese lugar se cuenta con un médico, un odontólogo, una enfermera, una psicóloga y una psiquiatra para la atención de los internos.
El director asegura que ninguna persona privada de la libertad tiene síntomas de que se ha contagiado con el Covid-19, más la percepción de que eso ocurra es proporcional a la línea de contagios que hay en el cantón Loja en donde hay control.
EL DATO
Nueve pabellones tiene el Centro de Rehabilitación Social de Loja