El Dr. JosMar Vquez de Noboa manda publicar el TRES DE NOVIEMBRE DE 1820 unas Reales Ordenes Espalas por bando solemne, acompado de la escolta militar; mientras se le dicho mando en una esquina de la ciudad, nueve patriotas del complot se echaron sobre la escolta y la desarmaron a la fuerza.
Los nueve valientes estaban capitaneados por el prer Tom Ordez, verdadero hoe de la jornada. Cuando se hallaba trabado en una lucha con un soldado le atravesla pierna de un golpe de bayoneta. Los patriotas se reunieron en la Plaza de San Sebasti. Allcon un numeroso grupo de ciudadanos cuencanos proclamaron la libertad e Independencia de Cuenca. El regocijo popular fue indescriptible. Ordez a pesar de encontrarse herido, recorr las calles, animando y entusiasmando las multitudes; don Juan Mar Ormaza fue el orador principal, manifestcon elocuencia los sacrificios que todos deben hacer por la libertad e Independencia de la Patria.
Cumpliendo asel juramento que hicieron estos valerosos hombres para vengar la sangre que se derramdespiadadamente en la masacre del 2 de Agosto de 1810; horrible hecatombe que consterna toda Amica; pero lo cual sirvide savia fecunda para conseguir la Libertad el 9 de Octubre de 1820 en Guayaquil y el 3 de Noviembre de 1820 en Cuenca.
Y asse forjla Libertad e Independencia de Cuenca, los precursores de ella, tambi pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la ida de la libertad. Cuenca, ha contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria. Cuenca, la Atenas del Ecuador, en conjunci de ideales ha sido transformada en una floreciente ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, llena de un futuro promisorio. Cuenca y sus cantones tienen un panorama de inefable belleza; el hermoso paisaje azuayo se presta para el turismo. La chola cuencana, nace del folclor ecuatoriano. Las riveras del Tomebamba, con las piedras que hablan y el r que canta. En fin, la urbe con sus bellos edificios como la Catedral y otros de arte colonial, hablan de Cuenca por su pujanza.
Fuente: Humberto O Villarreal, Fechas Histicas y Hombres Notables del Ecuador, Cuarta Edici, 1982.