TUNGURAHUA
Un nuevo suicidio en la provincia, llena de dolor a una familia en Salasaca. La mujer tenía 33 años.
Este es el décimo caso que se da en esta provincia, ya que la muerte de Rosa B., el pasado 24 de enero se confirmó que fue natural y que no se envenenó como se conocía en un inicio.
Conmoción
‘Daniel’ (nombre protegido), de 11 años, nunca se imaginó que al despertarse para ir a clases encontraría a su lado el cadáver de su madre.
Al mirar esta escena, el pequeño lo único que hizo es salir a pedir ayuda a sus familiares, diciendo que su mamá estaba ahorcada.
De inmediato, la familia de Miriam M. llegó para ayudarle, pero todo fue imposible, ya que habría muerto en segundos por la faja que se colocó en su cuello y luego amarro a la cama.
“Mi prima sufría desde hace 11 años de una enfermedad renal, por lo que seguidamente le hacían diálisis y eso le llevaba a tener dolores insoportables de cabeza”, afirmó Juan M.
Miriam era madre soltera y vivía solamente con su hijo. Ella era la única mujer de cinco hermanos. “Por lo que pasaba enferma era imposible para ella trabajar todos los días, sus hermanos eran los que le ayudaban”, finalizó Juan.
Procedimiento
Al lugar de los hechos asistieron los agentes de la Unidad de Muertes Violentas de la Dinased junto con los peritos de Criminalística y Eduardo Viteri, fiscal de Pelileo.
El Fiscal dijo que luego de las pericias pertinentes se determinó que era un suicidio a causa de problemas de la salud de la víctima. “En la habitación se halló la faja con la que ella terminó su existencia”, afirmó Viteri.
Mientras que José Guaranga, presidente de la comunidad Wamanloma, dijo que este es el primer suicidio en el año que ocurre en el sector.
El hijo de Miriam no se alejó de lugar y vio todo el procedimiento del levantamiento del cuerpo hasta que lo llevaron al centro forense de Ambato para la necropsia de Ley. (EV)
LA CIFRA
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Suicidios se registran en Tungurahua hasta la fecha.