Beirut, (EFE).-
El cantante brasile Gilberto Gil hizo vibrar la noche del sado las majestuosas ruinas fenicias y romanas de Baalbeck, la Ciudad del Sol, en el valle oriental liban de La Bekaa.
Desde su entrada en el escenario, Gilberto Gil provocla euforia de las 2.500 personas, reunidas en esta cuidad milenaria erigida por los fenicios en honor del dios de la lluvia y la fecundidad, Baal, y en la que posteriormente se asentaron los romanos.
El cantante y compositor brasile interprettemas de reggae de Bob Marley y sus propias creaciones, una mezcla de bossa-nova, ritmos africanos, samba, pop y funk, ante las seis monumentales columnas del templo de Jiter que quedan en pie en el centro del complejo de Baalbeck.
Gilberto Gil animlas gradas, convertidas en sala de baile, y se mezclcon sus admiradores, muchos de los cuales acompaban sus movimientos ondeando banderas brasiles.
«Esto es sensacional. Me parece que ha sido glorioso para Lano y Brasil», dijo a EFE el embajador brasile en Beirut, Sergio Telles.
Millones de libaneses y sus descendientes residen en Brasil, pa que acoge a la mayor colonia libanesa en el extranjero.
El festival de Baalbeck se celebra todos los veranos y toma como escenario las ruinas de la antigua ciudad, unos de los conjuntos mejor conservados de un centro plico y ceremonial romano.