Redacción IBARRA
La alerta se derivó en primera instancia hacia los agentes penitenciarios, quienes observaron que, en un espacio destinado como terraza, habían dos envolturas cubiertas con fundas plásticas.
Al acercarse, se percataron que los paquetes, en su interior, tenían un producto que de primera mano parecía ser algún tipo de droga, por lo que informaron a la Policía para que tome el respectivo procedimiento.
Los hechos
En la mañana del sábado, 19 de octubre, como de costumbre, antes de las 08:00 un grupo de guías penitenciaros efectuó una inspección en el centro de privación de libertad, a fin de mantener la seguridad y el orden en la infraestructura carcelaria.
En su recorrido, hallaron en el camino, en la parte alta del inmueble, un empaque cubierto con una funda plástica. Al reconocer el ilícito, tomaron contacto con el personal policial de la unidad antidroga para la verificación.
Al llegar, los agentes pertinentes efectuaron las pericias respectivas y constataron que se trataba de dos envolturas, que estaban aseguradas con cinta de embalaje.
Al efectuar el análisis de campo, determinaron que se trataba de un producto con una consistencia tipo polvo, de color crema, que al combinarle con los reactivos químicos dio positivo para cocaína, con un peso de 469 gramos.
En dosis, los agentes mencionaron que se contabilizarían 4.690.
Consumo dentro de la cárcel
Al parecer, los psicotrópicos pretendían ser distribuidos y comercializados al interior de la penitenciaria.
Las evidencias fueron fijadas y trasladadas hasta la jefatura policial, a fin de que el agente fiscal de turno establezca los direccionamientos investigativos para lograr descubrir nexos y a las personas que abandonaron el alucinógeno. (APLA)
Redacción IBARRA
La alerta se derivó en primera instancia hacia los agentes penitenciarios, quienes observaron que, en un espacio destinado como terraza, habían dos envolturas cubiertas con fundas plásticas.
Al acercarse, se percataron que los paquetes, en su interior, tenían un producto que de primera mano parecía ser algún tipo de droga, por lo que informaron a la Policía para que tome el respectivo procedimiento.
Los hechos
En la mañana del sábado, 19 de octubre, como de costumbre, antes de las 08:00 un grupo de guías penitenciaros efectuó una inspección en el centro de privación de libertad, a fin de mantener la seguridad y el orden en la infraestructura carcelaria.
En su recorrido, hallaron en el camino, en la parte alta del inmueble, un empaque cubierto con una funda plástica. Al reconocer el ilícito, tomaron contacto con el personal policial de la unidad antidroga para la verificación.
Al llegar, los agentes pertinentes efectuaron las pericias respectivas y constataron que se trataba de dos envolturas, que estaban aseguradas con cinta de embalaje.
Al efectuar el análisis de campo, determinaron que se trataba de un producto con una consistencia tipo polvo, de color crema, que al combinarle con los reactivos químicos dio positivo para cocaína, con un peso de 469 gramos.
En dosis, los agentes mencionaron que se contabilizarían 4.690.
Consumo dentro de la cárcel
Al parecer, los psicotrópicos pretendían ser distribuidos y comercializados al interior de la penitenciaria.
Las evidencias fueron fijadas y trasladadas hasta la jefatura policial, a fin de que el agente fiscal de turno establezca los direccionamientos investigativos para lograr descubrir nexos y a las personas que abandonaron el alucinógeno. (APLA)
Redacción IBARRA
La alerta se derivó en primera instancia hacia los agentes penitenciarios, quienes observaron que, en un espacio destinado como terraza, habían dos envolturas cubiertas con fundas plásticas.
Al acercarse, se percataron que los paquetes, en su interior, tenían un producto que de primera mano parecía ser algún tipo de droga, por lo que informaron a la Policía para que tome el respectivo procedimiento.
Los hechos
En la mañana del sábado, 19 de octubre, como de costumbre, antes de las 08:00 un grupo de guías penitenciaros efectuó una inspección en el centro de privación de libertad, a fin de mantener la seguridad y el orden en la infraestructura carcelaria.
En su recorrido, hallaron en el camino, en la parte alta del inmueble, un empaque cubierto con una funda plástica. Al reconocer el ilícito, tomaron contacto con el personal policial de la unidad antidroga para la verificación.
Al llegar, los agentes pertinentes efectuaron las pericias respectivas y constataron que se trataba de dos envolturas, que estaban aseguradas con cinta de embalaje.
Al efectuar el análisis de campo, determinaron que se trataba de un producto con una consistencia tipo polvo, de color crema, que al combinarle con los reactivos químicos dio positivo para cocaína, con un peso de 469 gramos.
En dosis, los agentes mencionaron que se contabilizarían 4.690.
Consumo dentro de la cárcel
Al parecer, los psicotrópicos pretendían ser distribuidos y comercializados al interior de la penitenciaria.
Las evidencias fueron fijadas y trasladadas hasta la jefatura policial, a fin de que el agente fiscal de turno establezca los direccionamientos investigativos para lograr descubrir nexos y a las personas que abandonaron el alucinógeno. (APLA)
Redacción IBARRA
La alerta se derivó en primera instancia hacia los agentes penitenciarios, quienes observaron que, en un espacio destinado como terraza, habían dos envolturas cubiertas con fundas plásticas.
Al acercarse, se percataron que los paquetes, en su interior, tenían un producto que de primera mano parecía ser algún tipo de droga, por lo que informaron a la Policía para que tome el respectivo procedimiento.
Los hechos
En la mañana del sábado, 19 de octubre, como de costumbre, antes de las 08:00 un grupo de guías penitenciaros efectuó una inspección en el centro de privación de libertad, a fin de mantener la seguridad y el orden en la infraestructura carcelaria.
En su recorrido, hallaron en el camino, en la parte alta del inmueble, un empaque cubierto con una funda plástica. Al reconocer el ilícito, tomaron contacto con el personal policial de la unidad antidroga para la verificación.
Al llegar, los agentes pertinentes efectuaron las pericias respectivas y constataron que se trataba de dos envolturas, que estaban aseguradas con cinta de embalaje.
Al efectuar el análisis de campo, determinaron que se trataba de un producto con una consistencia tipo polvo, de color crema, que al combinarle con los reactivos químicos dio positivo para cocaína, con un peso de 469 gramos.
En dosis, los agentes mencionaron que se contabilizarían 4.690.
Consumo dentro de la cárcel
Al parecer, los psicotrópicos pretendían ser distribuidos y comercializados al interior de la penitenciaria.
Las evidencias fueron fijadas y trasladadas hasta la jefatura policial, a fin de que el agente fiscal de turno establezca los direccionamientos investigativos para lograr descubrir nexos y a las personas que abandonaron el alucinógeno. (APLA)