El amor a su tierra impidió abandonarla

El amor a su tierra impidió abandonarla
El amor a su tierra impidió abandonarla

«El cari y amor a su tierra pudo m que un feneno natural».

Dos y tres semanas han pasado para que las familias de los sectores afectados por el volc Tungurahua, volvieran a reunirse, ya que el feneno natural les obliga separarse, unos a cuidar sus casas para evitar robos y otros estar junto al ganado evacuado a sitios seguros.

Muchos han vuelto a reunirse en familia para trabajar la tierra y juntos salir adelante para superar la crisis, cultivar los campos que fueron cubiertos por una gruesa capa de polvo volcico. No se dan por vencidos ni pierden la esperanza de que todo volvera la normalidad, con la ayuda de Dios, dicen.

Desde 1999 que iniciel proceso eruptivo del volc Tungurahua, el 5 de agosto del 2001 el coloso nuevamente alerta los volcanogos y obliga evacuar a cientos de familias a lugares seguros.

M de 35.000 familias perdieron sus cosechas, luego que la ceniza cubriera 17.500 hecteas de papas, habas, cebolla, frijol y arveja, pero el cari y amor a su tierra pudo m que un feneno natural, es decir, no todos abandonaron sus propiedades, dos o tres personas de cada familia transportaron el ganado a sitios seguros para cuidar y alimentarlos, mientras los dem permanecn firmes en sus casas.

Luego de tres semanas ha dejado de caer ceniza, adem que el viento y las aguas limpiaron los sembrs y la yerba, permitiendo observar nuevamente el verdor de las plantas, donde hasta hace poco todo era negro.

En Jaloa El Rosario, donde habitan m de 100 familias, todos han demostrado ser querendones de su tierra, entregados tegramente a la agricultura y ganader, «de aqusalicasi todo el ganado, las pocas reses que quedaron fueron alimentadas con yerba previamente lavada y raciones de «rechazo» con la melaza entregada por el COE, dijo Eliza Schez, 41 as y madre de dos hijos.

Mientras ascendmos hacia los pamos el fr era cada vez m intenso, en Jaloa La Playa, Segundo Benavidez, perdim de 2.000 dares que invirtien la siembra de papas, la ceniza fue peor que la helada, manifiesta.

«En ning momento abandonamos la casa, solamente mi hermano y mi hijo acomparon al ganado evacuado a Shaushi y Puchisag. Para alimentarlo tuvimos que fiar y adquirir hoja de ma de 3 a 5 dares la carga en Pelileo. Apenas pudimos coger medio saco de rechazo para las 15 reses, que no fue suficiente», indica.

Las familias de estos sectores tienen una historia diferente que contar, don Segundo narrlo sucedido mientras remov la ceniza de los alrededores de cada planta de cebolla colorada, «muchas solamente son rama y no pepa, no han engrosado», indica.

Con una capucha que cubr su cabeza por el intenso fr y mientras comenzaba a caer una peque llovizna, indicaba que nadie le moverde su tierra, ni tampoco quieren que le regalen nada,

«Nos gusta trabajar y para ello ser importante que nos ayuden con critos blandos para comprar semilla o invertir en ganado, para con la producci de leche poder sostener a nuestras familias», puntualiza el agricultor.

‘Dios hace las cosas’
Mientras tanto Anal Medina, del sector de San JosEl Guanto, en un fr de aproximadamente cinco grados centrados que comenzaba a llegar hasta los huesos alimentaba a su ganado con plano cortado y sal, para que se acostumbren a comer.

En este sector a donde la neblina comenzaba a bajar, habitan 75 familias, todos evacuaron en su momento, «ahora regresamos con la fe y esperanza que Dios nos ayudar sabe porque hace las casas», sela.

Vendiuna cabeza de ganado en 880 dares para poder comprar yerba y salvar a las dem reses.

JosSchez de El Guanto tiene siete hijos, perditodos sus sembrs, solo pudo salvar a sus cinco reses, por el momento vive de las raciones alimenticias que le entregel Municipio de Quero y la Cruz Roja, hasta conseguir un poco de dinero y volver a sembrar.

El ofrecimiento de techos para las viviendas afectadas por la ceniza, solamente quedaron en eso, ofrecimientos y nada m, nadie del sector ha recibido nada, anota don Jos

Hace aproximadamente un mes Car Vega, compren 800 dares tres solares de papas, variedad Rosita, listas para la cosecha, «la ceniza me impidicavar por lo que aguardel paso del temporal’, la semana anterior con dos trabajadores que ganan tres dares diarios comenzla cosecha, pero se encontrcon la novedad que a la sementera le entrel gusano», lo que significa que perderpor lo menos el 50 por ciento, puntualiza.

Su actividad es comprar sementeras, pero ya no hay, lo que significa que en poco tiempo el costo del quintal de papas superarlos diez dares.