Dieta, sinónimo de restricción

Dieta, sinónimo de restricción
BENEFICIO. Las legumbres y las verduras pueden ser consumidas a libre demanda, sin riesgo alguno para la salud. (Foto: Archivo de La Hora))

Cuando se habla de dieta, se la asocia con limitación; entonces, lo mejor es hablar de terapia nutricional.


Al referirse a seguir una dieta no significa que la persona tenga que restringirse de algún alimento, sino más bien tiene que ver con nutrirse adecuadamente. Dicha palabra ha sido muchas veces mal interpretada hasta llegar al punto, incluso, de no ingerir nada.


Por esta razón, la nutricionista Tania Calderón manifiesta que para conseguir un positivismo en la gente, ahora se habla de terapia nutricional, con la cual se busca una ingesta saludable, equilibrada, variada y que tenga todos los grupos de alimentos. “No es aconsejable dejar fuera a las grasas y a los carbohidratos”, indica.


Salud con una buena educación


Pero además de cambiar la palabra dieta por terapia nutricional, es necesario adoptar otra actitud y tomar la decisión de comer saludablemente y también indicar a los hijos cómo hacerlo.


Calderón señala que los hábitos nutricionales se enseñan a los dos o tres años de edad, por lo cual recomienda trabajar con ese grupo para que aprendan a comer bien y a su vez ellos, cuando sean padres, también compartan esta costumbre.


Pero lo que ahora propone es llegar con capacitaciones a las escuelas y los colegios para educar a los niños y que ellos también enseñen a los padres, pues la especialista recuerda que comer en exceso y en forma desordenada trae consecuencias negativas para la salud.


Por ejemplo, la sobrecarga de carbohidratos y grasas elevan el peso corporal, causa enfermedades como la hipertensión, la diabetes… y además eleva los triglicéridos. “Demasiadas proteínas afectan al riñón con la elevación de ácido úrico. Mientras que las legumbres, las verduras y las frutas no tienen restricción en el consumo”, indica la experta.


Aprenda a alimentarse bien


Calderón insiste en que un régimen apropiado debe tener carbohidratos (arroz, papas, fideo, granos), proteínas (carnes), grasas (vegetales y animales de las buenas), tres frutas al día y tres porciones de vegetales al día.


Estos alimentos hay que distribuirlos adecuadamente en las cinco comidas diarias que todas las personas deben realizar.


La profesional dice que en el desayuno debe estar presente un lácteo, un carbohidrato (pan), proteína (huevo), fruta; a media mañana, si es un niño, un refrigerio reforzado y si es adulto una fruta.


A la hora del almuerzo, no pueden faltar todos los grupos de alimentos, dependiendo de la edad y la actividad: proteína (arroz, papa, fideo, granos), no hay que combinarlos; ensaladas crudas o cocinadas aderezadas con sal, limón o vinagre, proteína estofada o a la plancha, aunque de vez en cuando frita no hace daño, concluye Calderón. (CM/PT)


Una regla excepcional


Si no has escuchado hablar de la regla ‘80/20’, es hora de que la sepas. Su aplicación no es nada difícil. El consejo es: ¡Nada de comer hasta reventar! Debes ingerir hasta estar un 80% satisfecho y dejar un 20% del estómago vacío. Y lo más importante, disfruta de la comida. (Foto cortesía)

Dieta, sinónimo de restricción

La actividad física cuenta

Tener una apropiada alimentación es importante, pero como complemento es necesario realizar ejercicio por lo menos 30 minutos diarios.


“Caminar es la mejor actividad y todo el mundo lo puede hacer sin necesitad de tener máquinas sofisticadas o asistir a un gimnasio”, expresa la nutricionista Tania Calderón.La caminata acelera la frecuencia cardíaca y por lo tanto hay mayor oxigenación a los tejidos y músculos, existe mayor desarrollo muscular y, sobre todo, ayuda a mantener un peso adecuado.

El Dato


Es necesario combinar una buena alimentación con actividad física en una proporción de 50 a 50.

Recomendaciones
Sin restricciones

No suspender los carbohidratos.

Esa decisión haría que el metabolismo disminuya, se vuelva lento.

Del carbohidrato se obtiene la energía de primera mano y ante su ausencia el cuerpo utiliza sus proteínas.

Esto genera la pérdida de masa muscular, mientras que la grasa se mantiene o se incrementa.