CHIM—-Santiago Alonso cómplice de la poesía

Estemos o no de acuerdo, es indudable que la poes es un gero que sigue gozando de los favores del plico. Tal vez porque resulta una forma amena de leer y conocer historias personales, sin caer en la superficialidad de muchas novelas, por ejemplo.
En «Sentimientos» el timo libro de Santiago Alonso, el lector puede esperar un manejo riguroso y serio del poema en s
Pero, hasta dde van los deberes y los derechos de los poetas al comienzo del tercer milenio? «Rara la pregunta, pero vale: los poetas a tenemos mucho quhacer en este mundo», responde.
Nacido en Madrid, Alonso es autor tambi de dos novelas de ito, «Los Cipreses» y «Mundo de Cristal», ascomo de obras teatrales y guiones cinematogricos. Anteriormente fue actor (y en Madrid dirige una escuela de teatro) pero luego se decidipor las letras. Algunas de sus obras han obtenido merecidos galardones en Europa. Ahora esten el Ecuador, invitado por varias universidades para dictar algunas conferencias y presentar su libro. La semana pasada, en el Cafibro de Quito, recibiaplausos por montones.
Lo original de este hombre -con cara de Jesucristo cinematogrico- a estas horas de la vida, es que es de los que cree que la poes estviva y que sirve, ante todo, para comunicarse.
Por eso se dedica a analizar con todo cuidado sus renglones, los fragmentos de poemas, sus entrevistas consigo mismo:

…»Necesito creer en nuevos mundos,
nuevos dioses que rezar en silencio,
amores que descubrir en mis noches,
rosas nuevas que sentir, aromas tiernos…»

Cuando escribe, es como si hablara pacientemente con las personas que conocide cerca, las que lo amaban y las que lo odiaban. Y, de pronto -como lo hiciera Paul Valery- comienza a buscar indicios en los m mimos detalles: sus perfumes, sus vestidos, sus viajes. Esta es otra muestra:

…»Ultimo trago de vino,
apuro hasta la tima copa, vivo.
Vaso vac, fin del cuento,
recuerdo aquel sabor
hoy que estoy muerto».
Alonso es, como puede observarse, fiel a las reglas del gero. Y tambi a la transgresi que de la poes han hecho muchos autores modernos. Algunos de sus poemas fueron transformados en canciones que llevan por el mundo artistas como Juan Manuel Serrat.
Lo m curioso es que, en una oca en que se supone que el plico no lee poes -o al menos no tanto como hace unos as- sus ediciones se agotan. El no sabe por qu «Posiblemente porque mi poes no es simple, sino sencilla», explica. Y en eso estde acuerdo el persa Farhad Lak que en el progo dice que «nuestros sentimientos son guiados a trav de estas palabras» y que por ello, siempre, «habruna nueva lectura».
El libro de Alonso -que forma parte de la trilog Sentimientos, Melancol y Desenga- es, en resumen, como una mirada comprensiva que entiende, pero no juzga, ni interrumpe los pasos, ni delata. Un cplice.