Chiguaza y sus laberintos mágicos están en Morona Santiago, en la Amazonía

MARAVILLA. Los caminos entre rocas son una gran aventura para los turistas. (Foto: www.chiguaza.com)
MARAVILLA. Los caminos entre rocas son una gran aventura para los turistas. (Foto: www.chiguaza.com)

Aprovecha tu tiempo libre y viaja hacia la Amazonía. Descubre todo el encanto que guarda la naturaleza.

Los Laberintos de Chiguaza son uno de los tantos sitios naturales de gran belleza que se encuentra en Huamboya, cantón de Morona Santiago, ubicado al sur de la Amazonía.

Este lugar sorprende con sus paisajes al ofrecer maravillas como la laguna Chayukis, la Estación Biológica Shacay, el balneario del río Chiwias, el dique del río Najembaime, la cascada Lucy, las cuevas La Catedral, de los Tayos y de los Murciélagos, la mina de gas natural y la Huecada.

En las caminatas o ecopaseos por la vegetación se disfruta de paz y tranquilidad, se escucha el silbido de las aves, el correr de las aguas de los ríos y otros sonidos que solo la naturaleza podría poner como una melodía.

Entre rocas

Para una visita segura, realiza los recorridos con un guía especializado, el cual se encuentra en el complejo turístico llamado Los Laberintos de Chiguaza, donde también ofrecen alimentación y hospedaje. Los ecopaseos de los que allí se habla han sido divididos en algunas rutas y esta vez la escogida es la número 1, que lleva a los laberintos, las cuevas de los tayos y murciélagos y a la zona de fósiles.

Los famosos laberintos son formaciones rocosas asentadas en una pequeña montaña con una extensión aproximada de 2 hectáreas, de las cuales están exploradas apenas la mitad. Forman caminos de piedra de hasta 5 m de altura y en sus paredes de roca se aprecia la presencia de fósiles marinos como conchas, caracoles, dólares de mar o galletas de arena, pepinos de mar, entre otros.

El recorrido se hace a través de sus pasadizos en medio de una naturaleza conformada por enredaderas, helechos y grandes árboles con restos de nidos de aves, grandes telarañas con habitantes igual de inmensas, nidos de hormigas, grillos, mariposas y más.

Si eres buen observador, por esos caminos, a veces anchos y otras angostos, encontrarás huellas de mamíferos como tigrillos o sainos.

Las estalactitas y estalagmitas han dado formas especiales. Hoy son admiradas por las personas. (Foto: huamboya.gob.ec)
Las estalactitas y estalagmitas han dado formas especiales. Hoy son admiradas por las personas. (Foto: huamboya.gob.ec)

Camino a las cuevas

A lo largo y ancho de la Amazonía existen muchas cuevas, donde habitan tayos, de variadas formas y tamaños. Los tayos son aves de color café llamadas también huacharos o pájaros de aceite. Se alimentan de frutas y bichos y viven en la oscuridad. En la zona de Huamboya hay cuevas de fácil y difícil acceso y los turistas son llevados a la que no ofrece peligro en el ingreso y en la caminata.

En tanto que en la cueva de los murciélagos habita el ‘nariz de hoja 2’, el cual ingiere insectos y su docilidad permite al turista toparlo y tomarse muchas fotos.

Otro rincón que deja prácticamente con la boca abierta es la mina de gas natural. Después de una hora y media de caminata, aproximadamente, desde los laberintos de Chiguaza, siguiendo el cauce del río Najembaime, se llega a un sitio donde se observa claramente cómo el agua burbujea, y eso no es porque esté hirviendo, sino debido al gas natural, que, según la explicación proporcionada, se encuentra en depósitos subterráneos profundos formados por roca porosa o en los domos de los depósitos naturales de petróleo crudo. Este fenómeno es aprovechado por quienes hacen turismo y demuestran que se puede encender una fogata e incluso cocinar sobre el agua. (CM)

Huamboya, ‘la ciudad perdida’

Este rincón de la Amazonía es ideal para la expedición de científicos, botánicos, arqueólogos, investigadores y exploradores. También es perfecta para aquellos que tenga interés en medicina natural y shamanismo.

Huamboya cuenta con servicio de hospedaje, piscinas, tarabita, canopy, pesca deportiva y laguna para canotaje y, sobre todo, exquisita gastronomía como los ayanpacos, plato típico preparado con pollo o pescado, palmito y especias; la carne asada, la carne sudada, el tamal de yuca, las tortillas y muchines de yuca, la yuca frita y el caldo de novios. Y para acompañar la comida, nada mejor que una bebida como el té de guayusa o la chicha de caña, yuca o chonta.

¿Cómo llegar?

Desde Quito, atravesando Latacunga, Ambato, Baños y Puyo se realiza un recorrido de aproximadamente 8 horas. A 64 km, a 50 minutos desde el Puyo, se llega al puente de Obenques sobre el río Pastaza.

Para ubicar el ingreso a los Laberintos de Chiguaza se avanza unos 600 m después del puente y se gira hacia la derecha para tomar la vía antigua no asfaltada y cruzar el puente colgante sobre el río Chiguaza.

Equipo

Recomendable llevar

Cámara de fotos.

Repelente de insectos y protector solar.

Botas de caucho o zapatos de caña alta y medias gruesa.

Poncho impermeable especialmente en temporada de invierno.

Linterna.