Sallent de Glego (Espa), EFE.-
El cantante brasile Carlinhos Brown llegla madrugada de ayer como un hurac al auditorio del Festival Pirineos Sur y sacudicon sus ritmos y su personalidad los imos de los m de cuatro mil espectadores que asistieron al concierto.
Carlinhos se presenten este certamen, celebrado en un marco natural de los Pirineos espales, en el noreste del pa, con la imagen de su alter-ego latino «Carlitos Marr», canci que da tulo a su nuevo disco y con la que comenzel recital.
A pesar de la fuerza de la mica de Brown, basada en los ritmos insistentes que creaban los cuatro percusionistas que inclu su grupo, al plico le costentrar en calor y dejarse llevar por una mica que obliga a mover el cuerpo, pero que tambi toca el coraz en sus momentos m licos y tranquilos.
Carlinhos no decepcion porque antes de terminar el recital ya se hab mezclado con el plico para hacer estremecer hasta el delirio con alguna de sus canciones m populares como «A Namorada» o «Jsei namorar», y lograr que todo el mundo se moviera o alzara los brazos.
Antes hab cantado, con una voz repleta de soul y color, pero con un plico a la espera de ritmos m vivos, el que posiblemente es uno de sus temas m hermosos, «Argila», con una voz llena de calor.
Carlinhos Brown tambi exhibisu imagen m mtica y religiosa en el tramo final del recital, cuando decidiintroducirse en las aguas del embalse de Lanuza, frente al escenario flotante del festival, para realizar una ofrenda de flores en este lago de los Pirineos espales.
Mientras depositaba las flores, ante un plico ya entregado, el brasileiro cant casi a capella, una hermosa canci que sonaba a canto de pescadores y una emotiva versi de su tema «Juras de samba», que en su timo disco interpreta a d con la espala Rosario.
Luego volviel escenario para acabar el concierto como una fiesta, otra vez con los ritmos vivos que m exhibe para dar gusto al plico mayoritario que se los pide, pero escondiendo un coraz capaz de componer grandes baladas melicas de armons refinadas.