
La noche del 23 de noviembre del 2015 quedará marcada en la vida de Susana (nombre protegido) de 15 años, a quién su primo, por parte de madre, y de la misma edad, le violó tras amenazas.
Esta fatídica noche quizás pretendió quedar en silencio pero fue el padre del victimario, quien tras conocer la verdad de los hechos fue a la institución educativa a pedir ayuda para que los dos menores sean tratados por la trabajadora social.
La funcionaria de la institución llamó a la madre de la menor, ella sin conocer del caso asistió y estremecida por los hechos decidió callar, cubriendo el nombre de su familia sin pensar en el sufrimiento de su descendiente.
Hechos
Susana, fue hasta la casa de su abuela con el afán de pedirle unas hierbas para un dolor estamacal, en el regreso, su primo se le acercó como que nada pasaba, pero con un cuchillo en la mano le pidió que le siguiera llevándole hasta una chanchera.
En medio de la obscuridad el menor le habría exigido que le hiciera sexo oral y luego de aquello habría consumado sus bajos instintos con sexo anal. El cuchillo que le puso en el cuello no permitía que ella grite y pida auxilio.
En sus brazos estaban las huellas de maltrato a los que fue expuesta la noche de la violación. Pedro (nombre protegido), le habría amenazado que “si ella contaba de lo sucedido le mataría, además contaría de las malas notas que habría sacado en el colegio”.
Audiencia
Ayer se realizó la audiencia de sentencia para el menor involucrado en esta violación.
Alberto Viñán, fiscal, presentó todas las pruebas de cargo contra (Pedro), el narró que el día de los hechos esa había sido la primera y única vez que cometió una violación.
“El delito fue hecho con violencia, ya que en el peritaje médico se apreció huellas de forcejeo en los brazos y piernas de la adolescente, forzando a una relación sexual”, aseguró Viñán.
Con esta versión los jueces declararon la culpabilidad a Pedro, quién deberá pasar cinco años en el Centro de Infractores de Menores de Ambato, pagando la pena cometida contra su prima. (EV)