Incongruencias

Aun no descifro por qué el Foro De Sao Paulo ha tomado tanta relevancia en los actuales procesos electorales y estrategias políticas a nivel latinoamericanos. Todos sabemos que Cuba vivió de la ex URSS, y luego del dinero de Venezuela, para intentar demostrarle al continente que su modelo comunista funcionaba. Todos constatamos que esto fue un engaño. Que el modelo socialista se acaba, cuando el dinero sacado de los bolsillos de los mismos ciudadanos, termina. Que si no se crea riqueza, se reparte pobreza.

No obstante, la malévola estrategia de su aplicación en Latinoamérica por parte de sus disciplinados seguidores, ha calado hondo en las masas de los países que no invirtieron en lo social. Los regímenes de derecha que nos gobernaron por décadas, omitieron ese detalle. Saquearon a sus Estados, humillaron al humilde, e incrementaron las fortunas de sus círculos empresariales. Ante eso, los maquiavélicos seguidores del Foro, están haciendo lo mismo, pero al revés. Ahora el malo es el empresario creador de empleo. Y la materia prima ideal para que esta auto masacre continúe, es el pueblo inculto y hambriento de revanchas, manipulable con migajas y espejismos.

Ya hubo caos en Chile, país modelo del desarrollo sudamericano. Los venezolanos hoy buscan comida en los basureros. Los Fernández en Argentina están demostrando que el ssxx1 no funciona. Este engañoso socialismo, ha hecho más daño que el mismo covid 19. Ahora los pájaros saquean y disparan a las escopetas. Los excesos del salvaje capitalismo, ha creado un mundo al revés.

En nuestra patria, los corruptos líderes de esta maléfica tendencia, escogen a incautos alienados pupilos para sentarlos en Carondelet y usufructuar de sus fracasos. El mix ideológico de Moreno, no atinó a hacer crecer la economía del país. Hoy estamos en un limbo económico, cercano a un estallido social, caminado al filo de la navaja y para colmo, en crisis sanitaria.

El futuro de la patria siempre estuvo en el campo. Pero el sincero apoyo al sector se queda siempre en la oratoria. Hoy, todos los candidatos ofrecen lo mismo.

Padre Almeida, hasta cuándo.

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