Sorbetes biodegradables

El viernes pasado con un tremendo sol, me encontraba camino a la comuna Tsáchila Chigüilpe, creo que todos los santodomingueños en casos de tardes acaloradas, realizamos una breve parada clásica para comprar una piña naranja o pipa de coco, por suerte en el lado derecho de la Vía Quevedo- Santo Domingo, entrada a la Parroquia Puerto Limón en el km7, se encuentra una pequeña carreta celeste de cocos y ahí paramos. Como es costumbre evitar el uso de sorbete se me vino toda la película caótica de generar mas sorbetes que sumen la montaña de basura que ya tenemos siendo una gran parte relacionada al consumo de “plástico de un solo uso”, estaba a punto de quedarme sin mi pipa, ya nada, cuando de repente ¡el Sr. vendedor se presenta con sorbetes biodegradables!

Más de una vez había pensado que lo más complicado será llegar con sensibilización ambiental a nuestro comercio informal, uno piensa en nuestros amigos vendedores de raspados, jugos, batidos, pipas de coco, y confieso que llegué a creer que mencionado sector del comercio podría ser el último en conocer o interesarse en reducir la generación de los “plásticos de un solo uso”, esto fuertemente predicho porque el mercado de productos biodegradables cuesta aparentemente más.

Fue un gran momento esa tarde, donde quedó constancia que, se puede generar rápido hábitos de comercio y consumo responsable, recordemos que la provincia cuenta con una ordenanza que fomenta la reducción de la producción, comercio, distribución y consumo del “plástico de un solo uso”. La misma es también guía para la creación de la ordenanza que regule lo mencionado por parte de los Municipios Santo Domingo y La Concordia, la buena noticia es que está en construcción en ambos cantones.

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