Avances y retrocesos

A nivel mundial, la pandemia del coronavirus, ha puesto a los gobiernos, en su afán por recuperar algo de normalidad y, sobre todo, la reactivación de su aparato productivo, en la disyuntiva de avanzar y retroceder, tratando de ganar algo de terreno en el ínterin.

En este sentido, hemos visto como algunos países europeos, sintiéndose con más fortalezas en su lucha contra la pandemia, han realizado apertura de playas y lugares turísticos, para luego tener que retroceder y dar órdenes en sentido contrario.

La verdad es que poco o muy poco se conoce en relación al microorganismo y tampoco en cuanto a su evolución, virulencia, capacidad de contagio y resistencias.

Los científicos trabajan contra reloj para encontrar la necesaria vacuna o al menos medicamentos más efectivos; pero tampoco se pueden violar los protocolos de seguridad que la fabricación de una vacuna implica, por ello es que todavía, a pesar de todo lo que se dice, la fabricación de la tan urgente vacuna, aparece todavía como muy distante. Cosa igual ocurre con la farmacopea mundial.

A pesar de todo ello, hay lugar para la esperanza, con la reclusión voluntaria para los más vulnerables y una mayor libertad de acción para quienes integran la fuerza laboral y necesitan trabajar para no morir de hambre.

Frente a lo que ocurre a nivel global, vemos como países desarrollados, han tenido que revocar órdenes de apertura frente a la pandemia y a la necesidad de actualizarse en el uso de lo digital para casi todo.

Lo recomendable es ir a paso lento pero seguro, de tal manera que podamos ir evaluando y tomando decisiones.