Ya pues ….

No era suficiente la incertidumbre de nuestra seguridad vital frente a la pandemia, y frente a la grave recesión económica que nos mata de hambre, sino que ahora la atención se la lleva los escándalos de corrupción en todos los niveles de Gobierno.

Es insultante para nuestra inteligencia ver al ex presidente Bucaram compararse con Jesús, o escuchar a la ex funcionaria Ocles, justificar su falta de perfil para el cargo de Secretaría de Riesgos, compararse con Bill Gates. Realmente escuchar eso da escalofríos, ya que raya en lo ridículo y en el descaro. Pero no era todo. Luego sale el Prefecto Morales denunciando a los hijos de su esposa por tráfico de influencias en la Institución que dirige. Después de un año de gestión recién se entera. De Ripley. Pero si algo faltaba para complementar el show, el premio estelar se lo lleva la Empresa de agua potable de Quito. A ellos se les llevaron más de un millón de dólares directamente de la cuenta. Increíble. Y nadie de dio cuenta, a pesar de los controles previos de varios funcionarios, así como la vinculación de claves, máquinas, y huellas para poder realizar las transacciones. Un pago normal, a un honesto proveedor, demora meses. En este caso, minutos.

Pero realmente quién tiene la culpa de todo esto. ¿Es solo el sistema?No creo. La culpa la tienen quienes nominan gente con dudosa reputación en los puestos de poder y manejo de recursos. ¿Quién le dio poder a los Bucaram en el Hospital del Iess de Guayaquil? Aquí el presidente tiene su parte, ya que su delegado preside el Consejo Directivo. ¿Y en los casos de Quito y Guayaquil? Igual Yunda y Morales. Ellos nombraron Secretarios, Gerentes, Directores y más. Esa responsabilidad es ineludible.

Ya pues …. Basta. ¿Con todo esto podrían venir tiempos peores?

[email protected]