Mi voz basada en realidades se suma a una serie de respetables opiniones que se han emitido con motivo de la incompleta vigencia de acciones, que emanada del Reglamento del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), han demostrado un manejo técnicamente inadecuada de la crisis sanitaria que estamos sometidos como país, dentro de la terrible pandemia del coronavirus que ha paralizado al mundo. La falla principal radica a mi juicio, en el manejo operativo de las emergencias que el país ha experimentado y experimenta: ayer fue el desastroso terremoto y hoy la terrible pandemia; y en ambos casos, los manuales aíslan del manejo a los especialistas, prevaleciendo en su organización, autoridades del gobierno de turno, complementadas por autoridades políticas, que poco o nada conocen de los temas técnicos.
Como respuesta a esta realidad, la Secretaria de Gestión de Riesgo (SGR), debe plantear cambios urgentes, que garantice al país el manejo técnico de los desastres, buscando modelos y estructuras, donde prime, como en este caso, la participación por cantones y provincias, de personalidades médicos humanos y veterinarios, principalmente, amén de otros técnicos de ramas afines, como sanitaristas y sociólogos, dirigidos por la entidad técnica que en este caso es el MSP, cuya suma, garantice tranquilidad a la ciudadanía y resultados acordes a la magnitud del problema. Los hechos hablan por sí solos: un arranque incontrolado de la pandemia, que anidó errores, conduciéndonos al agigantamiento del desastre; falta oportuna tecnología de apoyo diagnóstica, que aún prevalece, siendo imposible a la fecha, conocer en su real magnitud la pandemia en nuestro país; la escasa superación de la débil infraestructura en salud que arrastramos por años y que ha contribuido a ahondar la crisis. Dejemos en manos de los que saben el manejo de nuestros problemas.