Realidades

Nuestra sociedad ecuatoriana se ha caracterizado por componerse de cualidades únicas que nos diferencian de las demás, muchas veces asumimos con buena cara las duras situaciones y muchas otras nos volcamos a las calles cuando sinvergüenzas nos quieren pisotear con sus impuestos infames, el reclamo o el aplauso debemos analizarlo desde el contexto cultural en el cual se desarrolla el emitente de la acción, no siempre se puede tener razón en todo, pues lo que beneficia a unos destruye a otros.

La lucha de clases sociales es un tema de nunca acabar, aunque pareciera que se puede tener cierta ventaja cuando estás más cerca del poder económico o político. De ello existe una delgada línea entre ser filántropo o ser misántropo, es decir amar a tu prójimo o aplastarlo para permanecer en la cima. El punto es que basta solo con mirar a nuestro alrededor para identificar que no todos viven como deberían y no todos gozan de los mismos derechos que existen en la ley.

¿Qué podemos hacer al respecto? Creo que el respeto al ser humano está por encima de cualquier cosa, crear pactos sociales podría ser una solución, la ley y el Derecho fueron creados con el objetivo de mantener a la sociedad en armonía, nuestra constitución no se ha inventado ningún derecho humano, simplemente los reconoce y todos ellos son legítimamente reclamables en caso de su vulneración.

Como humanos debemos ejercitarnos para la buena conducta y buenas costumbres, deberíamos ser más empáticos con nuestros semejantes, deberíamos dar de lo que nos sobra, deberíamos ponernos en los zapatos de aquellos que la calle es su hogar, debemos impulsar leyes con impactos sociales en la equidad y la justicia, deberíamos examinar nuestra realidad y ver de qué lado del camino nos encontramos e ir juntos al espacio que anhelamos.

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