Política el arte de engañar

Los medios de comunicación son utilizados, para justificar con mentiras y medias verdades la invasión y el saqueo de los pueblos. La política es el arte de engañarlos. A la hora de discutir acerca de temas latentes, directamente pensamos en métodos sofisticados.

Sin embargo, hoy día, uno de los arsenales con más relevancia a la hora de hablar es la mentira. Pues ella, es una de las armas más silenciosa, sutil y destructiva de todas. Quienes dan la razón a estas palabras son los últimos hechos observados en la política internacional. Tal es así que: F. Stone, periodista norteamericano expresó en momentos culminantes de la guerra fría que, que todos los gobiernos están dirigidos por mentirosos, y nada que salga de ellos debe ser creído, ha hecho que todos estemos interesados en aparecer como actores. Y desvelamos nuestra intimidad sin pudor: se relatan miserias fiscales por que pagan por ello. Vivimos en un mundo que se ha convertido en un espectáculo bochornoso, en el que se muestra en directo la humillación.

La verdad ya no cuenta como verdad, ésta sacrificada por la mentira, con ella se encubre, se modifican, se alteran y se tergiversan los hechos de la sociedad, basados en la búsqueda de la seguridad nacional que a su vez es otra mentira, como un dispositivo esencial de la diplomacia luego de la posguerra.

Centrándose en la idea que el fin justifica los medios aunque sean injustos, basándose en la importancia del fin de todo propósito, siempre que ese propósito sea admitido como correcto.

Tal es así que se defendía la construcción de una red para expandir estos criterios en EE.UU a través de complicidades intelectuales, culturales y periodísticas. En tanto consideraba que los jefes de esa red no dudaban en recurrir a la manipulación y el engaño para cuidar sus bienes e intereses.

Ronald Reagan fue uno de los hombres que más mentiras desparramo sobre el gobierno del Líbano. Sin embargo, George Shultz justifico estos hechos con la frase, en tiempo de guerra, la verdad es tan preciosa que debe ser protegida por una guardia de mentiras.

Es por eso que diariamente somos testigos a través de los medios de comunicación de las muchas mentiras que esparcen los funcionarios del gobierno.

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