La mentira

JORGE ZAMBRANO ANDRADE

Es la mentira lo que ha incrementado la complejidad de los sistemas corruptos y políticos de nuestro país. No es la mentira una idea tranquilizadora para quienes sueñan con un mundo en armonía y sin conflictos, aunque es la conclusión preferida por muchos. En el mundo actual abundan las mentiras y los personajes humorísticos. Sus comienzos fueron erráticos su carácter destemplado y algunas crisis de tipo bipolar hicieron peligrar a varios personajes.

Ideas tomadas de trabajos anteriores las pone al servicio de algo que conoce, como el significado del engaño. La mentira es una práctica arraigada en los sistemas políticos y ha sido optimizada mediante la evolución natural, no solo los seres humanos que mienten, se han documentado un sinfín de ejemplos en que los seres vivos emplean la mentira con el único fin de progresar a costa ajena.

Los ecuatorianos vivimos en entornos sofisticados formados por mentirosos y por víctimas de sinvergüenzas, de manera que la identificación y la evocación del engaño están evolucionando en términos de eficiencia. El mejor mentiroso no es aquél que simplemente engaña o confunde al prójimo, sino quien consigue mentirse primero a sí mismo. En un ensayo donde brilla el talento, la profundidad y también la idiosincrasia, se utiliza la ciencia de progreso a la vez que lo va engañando con un torrente de anécdotas mentirosas. Se presenta a sí mismo como un ser humano lleno de contradicciones, que cae a menudo en engaños y autoengaños. Nos regala presunciones de sus apuros con la política, sobre todo en las relaciones con sus conciudadanos, y sorprende su confesión de tener un conocimiento favorable sobre economía, reportando notoriedad. Seguramente por la enojosa condición de ser un tipo de izquierdas que sostiene conceptos que son vinculados con la derecha, dedica un apreciable espacio a denunciar a países y a cualquiera que se atraviese a oponerse a sus argumentos.

Cuando emprende esa autodefensa es cuando, se mueve en terrenos del autoengaño. No tiene empacho, por ejemplo, en especular que la prensa ecuatoriana pudo haber sido mejor si no hubiera periodistas embusteros que construyen información y teorías falsas, para él es otra fuente de engaño.

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