Verdadero o Falso

Las redes sociales inundadas de noticias, informaciones, comentarios, nos cuestionan sobre la verdad o falsedad, nos confunden hasta ocasionarnos una dependencia enfermante en nuestras vidas. Los medios de comunicación son necesarios; pero el mal uso de ellos los convierte en instrumentos de tiranía y desconcierto. ¿Es esta también una pandemia informacional descontrolada?

Manejada por intereses de poder, ideológicos o por el deshumanizante deseo de acumulación de riqueza, la información pública se constituyen en una de las causas principales de la crisis actual.

La emergencia que vivimos nos lleva a preguntarnos: ¿estos medios están al servicio de las personas, de la sociedad, de la humanidad; o más bien al servicio del poder, del dinero, de ideologías siniestras? ¿Sabemos distinguir entre la verdad y la falsedad de las informaciones? ¿Se va a seguir haciendo de la comunicación y sus medios un instrumento malévolo de confusión generalizada?

Llamados por el Maestro Jesucristo a tener vida y vida abundante, es el momento en la humanidad de generar nuevas ideas, de soñar con lo nuevo. Dejemos de lado la falsedad de la vida, guiémonos por el espíritu humano y la divina presencia que le constituye. Tomemos el Camino de la Verdad y de la Vida que es Cristo, nuestro hermano mayor. Solo con Él podemos distinguir lo verdadero de lo falso. Él es la puerta de la comunicación constructiva. Quien no pasa por esa puerta es un ladrón y salteador.

Unidos en vida familiar-comunitaria, escuchemos lo que constantemente se nos comunica en nuestro espíritu y sabremos distinguir la información verdadera de la que viene dada por falsos y oscuros intereses.

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