Termina la espera para la Biblioteca Nacional

AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)
AUTORIDADES. El ministro Juan Fernando Velasco y el alcalde Jorge Yunda firmaron el convenio. (Foto: Ministerio de Cultura)

La reapertura de la Biblioteca Nacional se siente cada día más cercana. Esto gracias al convenio firmado ayer entre el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Municipio de Quito, que posibilitará el inicio de las operaciones del repositorio bibliográfico en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.

Después de tres años de cierre parcial de la Biblioteca, luego de que se determinara su salida de la Casa de la Cultura, se iniciará el desplazamiento de los fondos bibliográficos y documentales, así como del personal administrativo, desde los primeros días de enero de 2020. Para ello, los fondos deberán pasar primero por un proceso de conservación básica que asegure su protección.

El alcalde, Jorge Yunda, expresó su compromiso de colaboración para que la Biblioteca vuelva a consolidarse como un bien fundamental de la ciudadanía.

Trabajo conjunto
El ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, destacó que a partir de hoy la Biblioteca dejará de ser solo “una página web de consulta con miles de libros embodegados e inaccesibles”.

Velasco destacó la importancia de la recuperación de esta institución como “un camino necesario y urgente, no solo por el simbolismo de no tener un lugar al que podamos llamar nuestra Biblioteca Nacional, sino por el espacio de consulta y trabajo investigativo, además del servicio social y cultural que supone”.

El convenio tiene como finalidad que las instituciones estatales y municipales trabajen conjuntamente en la promoción, difusión, coordinación y salvaguarda del patrimonio documental del Estado.

Además, garantizará la ocupación del edificio patrimonial -el Antiguo Hospital Eugenio Espejo- por 20 años.

Por la nueva locación, la institución pasará a llamarse Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, en honor a una de las más importantes figuras del periodismo, la literatura y la medicina nacional, quien, además, fuera su primer bibliotecario a la fecha de su fundación como la primera biblioteca pública del país, en 1792.

Siempre al día
En sus intervenciones, las autoridades reconocieron la importancia institucional y social de una Biblioteca Nacional para garantizar el acceso libre y generalizado a la información. Además, con la reapertura, la entidad pasará a ser la cabeza de la Red Nacional de Bibliotecas, que actualmente se encuentra en proceso de transformación y articulación para brindar un mejor servicio al público.

La Biblioteca Nacional contará con depósitos para material hemerográfico, bibliográfico y documental, salas de lectura, áreas administrativas y técnicas, espacios para gestión cultural, programación de actividades educativas y vínculos con la comunidad.

La Ley de Cultura establece que el Repositorio Legal de las nuevas publicaciones que se realicen en el país debe ser la Biblioteca Nacional. Por lo tanto, esta institución estará constantemente nutrida con las últimas novedades de la literatura ecuatoriana. (AA)

Requiere un aumento de presupuesto
° Cubrir las necesidades para que el espacio entre en funcionamiento depende, actualmente, del presupuesto que el Estado le asigne a la Biblioteca en el nuevo año. El pasado octubre, la vicetitular del Ministerio de Cultura, Ana María Armijos, indicaba que el monto de $ 395.000 dólares que se le asignó a esta para el período 2019 debería incrementarse en, al menos, $500.000 dólares para el próximo año, para cubrir el traslado del fondo y el reforzamiento de la estructura del Centro de Convenciones, que deberá soportar un peso de 2.000 toneladas de libros. Las autoridades no especificaron las cifras asignadas para el 2020.

La reapertura de la Biblioteca Nacional se siente cada día más cercana. Esto gracias al convenio firmado ayer entre el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Municipio de Quito, que posibilitará el inicio de las operaciones del repositorio bibliográfico en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.

Después de tres años de cierre parcial de la Biblioteca, luego de que se determinara su salida de la Casa de la Cultura, se iniciará el desplazamiento de los fondos bibliográficos y documentales, así como del personal administrativo, desde los primeros días de enero de 2020. Para ello, los fondos deberán pasar primero por un proceso de conservación básica que asegure su protección.

El alcalde, Jorge Yunda, expresó su compromiso de colaboración para que la Biblioteca vuelva a consolidarse como un bien fundamental de la ciudadanía.

Trabajo conjunto
El ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, destacó que a partir de hoy la Biblioteca dejará de ser solo “una página web de consulta con miles de libros embodegados e inaccesibles”.

Velasco destacó la importancia de la recuperación de esta institución como “un camino necesario y urgente, no solo por el simbolismo de no tener un lugar al que podamos llamar nuestra Biblioteca Nacional, sino por el espacio de consulta y trabajo investigativo, además del servicio social y cultural que supone”.

El convenio tiene como finalidad que las instituciones estatales y municipales trabajen conjuntamente en la promoción, difusión, coordinación y salvaguarda del patrimonio documental del Estado.

Además, garantizará la ocupación del edificio patrimonial -el Antiguo Hospital Eugenio Espejo- por 20 años.

Por la nueva locación, la institución pasará a llamarse Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, en honor a una de las más importantes figuras del periodismo, la literatura y la medicina nacional, quien, además, fuera su primer bibliotecario a la fecha de su fundación como la primera biblioteca pública del país, en 1792.

Siempre al día
En sus intervenciones, las autoridades reconocieron la importancia institucional y social de una Biblioteca Nacional para garantizar el acceso libre y generalizado a la información. Además, con la reapertura, la entidad pasará a ser la cabeza de la Red Nacional de Bibliotecas, que actualmente se encuentra en proceso de transformación y articulación para brindar un mejor servicio al público.

La Biblioteca Nacional contará con depósitos para material hemerográfico, bibliográfico y documental, salas de lectura, áreas administrativas y técnicas, espacios para gestión cultural, programación de actividades educativas y vínculos con la comunidad.

La Ley de Cultura establece que el Repositorio Legal de las nuevas publicaciones que se realicen en el país debe ser la Biblioteca Nacional. Por lo tanto, esta institución estará constantemente nutrida con las últimas novedades de la literatura ecuatoriana. (AA)

Requiere un aumento de presupuesto
° Cubrir las necesidades para que el espacio entre en funcionamiento depende, actualmente, del presupuesto que el Estado le asigne a la Biblioteca en el nuevo año. El pasado octubre, la vicetitular del Ministerio de Cultura, Ana María Armijos, indicaba que el monto de $ 395.000 dólares que se le asignó a esta para el período 2019 debería incrementarse en, al menos, $500.000 dólares para el próximo año, para cubrir el traslado del fondo y el reforzamiento de la estructura del Centro de Convenciones, que deberá soportar un peso de 2.000 toneladas de libros. Las autoridades no especificaron las cifras asignadas para el 2020.

La reapertura de la Biblioteca Nacional se siente cada día más cercana. Esto gracias al convenio firmado ayer entre el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Municipio de Quito, que posibilitará el inicio de las operaciones del repositorio bibliográfico en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.

Después de tres años de cierre parcial de la Biblioteca, luego de que se determinara su salida de la Casa de la Cultura, se iniciará el desplazamiento de los fondos bibliográficos y documentales, así como del personal administrativo, desde los primeros días de enero de 2020. Para ello, los fondos deberán pasar primero por un proceso de conservación básica que asegure su protección.

El alcalde, Jorge Yunda, expresó su compromiso de colaboración para que la Biblioteca vuelva a consolidarse como un bien fundamental de la ciudadanía.

Trabajo conjunto
El ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, destacó que a partir de hoy la Biblioteca dejará de ser solo “una página web de consulta con miles de libros embodegados e inaccesibles”.

Velasco destacó la importancia de la recuperación de esta institución como “un camino necesario y urgente, no solo por el simbolismo de no tener un lugar al que podamos llamar nuestra Biblioteca Nacional, sino por el espacio de consulta y trabajo investigativo, además del servicio social y cultural que supone”.

El convenio tiene como finalidad que las instituciones estatales y municipales trabajen conjuntamente en la promoción, difusión, coordinación y salvaguarda del patrimonio documental del Estado.

Además, garantizará la ocupación del edificio patrimonial -el Antiguo Hospital Eugenio Espejo- por 20 años.

Por la nueva locación, la institución pasará a llamarse Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, en honor a una de las más importantes figuras del periodismo, la literatura y la medicina nacional, quien, además, fuera su primer bibliotecario a la fecha de su fundación como la primera biblioteca pública del país, en 1792.

Siempre al día
En sus intervenciones, las autoridades reconocieron la importancia institucional y social de una Biblioteca Nacional para garantizar el acceso libre y generalizado a la información. Además, con la reapertura, la entidad pasará a ser la cabeza de la Red Nacional de Bibliotecas, que actualmente se encuentra en proceso de transformación y articulación para brindar un mejor servicio al público.

La Biblioteca Nacional contará con depósitos para material hemerográfico, bibliográfico y documental, salas de lectura, áreas administrativas y técnicas, espacios para gestión cultural, programación de actividades educativas y vínculos con la comunidad.

La Ley de Cultura establece que el Repositorio Legal de las nuevas publicaciones que se realicen en el país debe ser la Biblioteca Nacional. Por lo tanto, esta institución estará constantemente nutrida con las últimas novedades de la literatura ecuatoriana. (AA)

Requiere un aumento de presupuesto
° Cubrir las necesidades para que el espacio entre en funcionamiento depende, actualmente, del presupuesto que el Estado le asigne a la Biblioteca en el nuevo año. El pasado octubre, la vicetitular del Ministerio de Cultura, Ana María Armijos, indicaba que el monto de $ 395.000 dólares que se le asignó a esta para el período 2019 debería incrementarse en, al menos, $500.000 dólares para el próximo año, para cubrir el traslado del fondo y el reforzamiento de la estructura del Centro de Convenciones, que deberá soportar un peso de 2.000 toneladas de libros. Las autoridades no especificaron las cifras asignadas para el 2020.

La reapertura de la Biblioteca Nacional se siente cada día más cercana. Esto gracias al convenio firmado ayer entre el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Municipio de Quito, que posibilitará el inicio de las operaciones del repositorio bibliográfico en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.

Después de tres años de cierre parcial de la Biblioteca, luego de que se determinara su salida de la Casa de la Cultura, se iniciará el desplazamiento de los fondos bibliográficos y documentales, así como del personal administrativo, desde los primeros días de enero de 2020. Para ello, los fondos deberán pasar primero por un proceso de conservación básica que asegure su protección.

El alcalde, Jorge Yunda, expresó su compromiso de colaboración para que la Biblioteca vuelva a consolidarse como un bien fundamental de la ciudadanía.

Trabajo conjunto
El ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, destacó que a partir de hoy la Biblioteca dejará de ser solo “una página web de consulta con miles de libros embodegados e inaccesibles”.

Velasco destacó la importancia de la recuperación de esta institución como “un camino necesario y urgente, no solo por el simbolismo de no tener un lugar al que podamos llamar nuestra Biblioteca Nacional, sino por el espacio de consulta y trabajo investigativo, además del servicio social y cultural que supone”.

El convenio tiene como finalidad que las instituciones estatales y municipales trabajen conjuntamente en la promoción, difusión, coordinación y salvaguarda del patrimonio documental del Estado.

Además, garantizará la ocupación del edificio patrimonial -el Antiguo Hospital Eugenio Espejo- por 20 años.

Por la nueva locación, la institución pasará a llamarse Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, en honor a una de las más importantes figuras del periodismo, la literatura y la medicina nacional, quien, además, fuera su primer bibliotecario a la fecha de su fundación como la primera biblioteca pública del país, en 1792.

Siempre al día
En sus intervenciones, las autoridades reconocieron la importancia institucional y social de una Biblioteca Nacional para garantizar el acceso libre y generalizado a la información. Además, con la reapertura, la entidad pasará a ser la cabeza de la Red Nacional de Bibliotecas, que actualmente se encuentra en proceso de transformación y articulación para brindar un mejor servicio al público.

La Biblioteca Nacional contará con depósitos para material hemerográfico, bibliográfico y documental, salas de lectura, áreas administrativas y técnicas, espacios para gestión cultural, programación de actividades educativas y vínculos con la comunidad.

La Ley de Cultura establece que el Repositorio Legal de las nuevas publicaciones que se realicen en el país debe ser la Biblioteca Nacional. Por lo tanto, esta institución estará constantemente nutrida con las últimas novedades de la literatura ecuatoriana. (AA)

Requiere un aumento de presupuesto
° Cubrir las necesidades para que el espacio entre en funcionamiento depende, actualmente, del presupuesto que el Estado le asigne a la Biblioteca en el nuevo año. El pasado octubre, la vicetitular del Ministerio de Cultura, Ana María Armijos, indicaba que el monto de $ 395.000 dólares que se le asignó a esta para el período 2019 debería incrementarse en, al menos, $500.000 dólares para el próximo año, para cubrir el traslado del fondo y el reforzamiento de la estructura del Centro de Convenciones, que deberá soportar un peso de 2.000 toneladas de libros. Las autoridades no especificaron las cifras asignadas para el 2020.