ANDRÉS GÓMEZ CARRIÓN
Durante las últimas semanas, las manifestaciones sociales en contra del Estado central se han tomado distintas ciudades y países del mundo. Quito – Ecuador, Bogotá – Colombia y Santiago – Chile, son los principales ejemplos. ¿Existen denominadores comunes?
Si bien es cierto que cada manifestación citada tiene sus propias características, existen factores repetitivos que, de alguna forma, permiten realizar una primera aproximación analítica a este fenómeno de estallido de energía social.
Llevar el análisis o la discusión al eterno enfrentamiento ideológico derecha vs. izquierda sería crear un entorno abstracto, simplista y que incluso puede desvirtuar los orígenes de la conmoción social.
Permítanme partir desde el empoderamiento ciudadano. Y aquí podríamos iniciar una discusión filosófica, ¿la democracia se fortalece o se debilita cuando la ciudadanía ejerce su poder ante el gobierno central? Y, si dejamos al margen hechos de violencia que muchas veces son perpetrados por infiltrados, podríamos concluir en que la democracia se fortalece cuando la brecha de poder en la relación mandante – mandatario disminuye. De esta forma, la legitimidad de las decisiones que emanan del Ejecutivo cada vez adquiere un nivel mayor de importancia casi igualando al de legalidad.
Por otro lado, hay que hacer énfasis en que ninguna de estas son manifestaciones generales de la sociedad. Son ejecutadas por grupos específicos, y en algunos casos históricamente opuestos a la central de poder político, como los estudiantes y los indígenas. No obstante, hay una variable alcanzada que en eventos similares anteriores no había sido posible, la empatía de más sectores sociales.
Finalmente, como ciudadanos debemos tomar conciencia al momento de pronunciarnos ante las urnas.
ANDRÉS GÓMEZ CARRIÓN
Durante las últimas semanas, las manifestaciones sociales en contra del Estado central se han tomado distintas ciudades y países del mundo. Quito – Ecuador, Bogotá – Colombia y Santiago – Chile, son los principales ejemplos. ¿Existen denominadores comunes?
Si bien es cierto que cada manifestación citada tiene sus propias características, existen factores repetitivos que, de alguna forma, permiten realizar una primera aproximación analítica a este fenómeno de estallido de energía social.
Llevar el análisis o la discusión al eterno enfrentamiento ideológico derecha vs. izquierda sería crear un entorno abstracto, simplista y que incluso puede desvirtuar los orígenes de la conmoción social.
Permítanme partir desde el empoderamiento ciudadano. Y aquí podríamos iniciar una discusión filosófica, ¿la democracia se fortalece o se debilita cuando la ciudadanía ejerce su poder ante el gobierno central? Y, si dejamos al margen hechos de violencia que muchas veces son perpetrados por infiltrados, podríamos concluir en que la democracia se fortalece cuando la brecha de poder en la relación mandante – mandatario disminuye. De esta forma, la legitimidad de las decisiones que emanan del Ejecutivo cada vez adquiere un nivel mayor de importancia casi igualando al de legalidad.
Por otro lado, hay que hacer énfasis en que ninguna de estas son manifestaciones generales de la sociedad. Son ejecutadas por grupos específicos, y en algunos casos históricamente opuestos a la central de poder político, como los estudiantes y los indígenas. No obstante, hay una variable alcanzada que en eventos similares anteriores no había sido posible, la empatía de más sectores sociales.
Finalmente, como ciudadanos debemos tomar conciencia al momento de pronunciarnos ante las urnas.
ANDRÉS GÓMEZ CARRIÓN
Durante las últimas semanas, las manifestaciones sociales en contra del Estado central se han tomado distintas ciudades y países del mundo. Quito – Ecuador, Bogotá – Colombia y Santiago – Chile, son los principales ejemplos. ¿Existen denominadores comunes?
Si bien es cierto que cada manifestación citada tiene sus propias características, existen factores repetitivos que, de alguna forma, permiten realizar una primera aproximación analítica a este fenómeno de estallido de energía social.
Llevar el análisis o la discusión al eterno enfrentamiento ideológico derecha vs. izquierda sería crear un entorno abstracto, simplista y que incluso puede desvirtuar los orígenes de la conmoción social.
Permítanme partir desde el empoderamiento ciudadano. Y aquí podríamos iniciar una discusión filosófica, ¿la democracia se fortalece o se debilita cuando la ciudadanía ejerce su poder ante el gobierno central? Y, si dejamos al margen hechos de violencia que muchas veces son perpetrados por infiltrados, podríamos concluir en que la democracia se fortalece cuando la brecha de poder en la relación mandante – mandatario disminuye. De esta forma, la legitimidad de las decisiones que emanan del Ejecutivo cada vez adquiere un nivel mayor de importancia casi igualando al de legalidad.
Por otro lado, hay que hacer énfasis en que ninguna de estas son manifestaciones generales de la sociedad. Son ejecutadas por grupos específicos, y en algunos casos históricamente opuestos a la central de poder político, como los estudiantes y los indígenas. No obstante, hay una variable alcanzada que en eventos similares anteriores no había sido posible, la empatía de más sectores sociales.
Finalmente, como ciudadanos debemos tomar conciencia al momento de pronunciarnos ante las urnas.
ANDRÉS GÓMEZ CARRIÓN
Durante las últimas semanas, las manifestaciones sociales en contra del Estado central se han tomado distintas ciudades y países del mundo. Quito – Ecuador, Bogotá – Colombia y Santiago – Chile, son los principales ejemplos. ¿Existen denominadores comunes?
Si bien es cierto que cada manifestación citada tiene sus propias características, existen factores repetitivos que, de alguna forma, permiten realizar una primera aproximación analítica a este fenómeno de estallido de energía social.
Llevar el análisis o la discusión al eterno enfrentamiento ideológico derecha vs. izquierda sería crear un entorno abstracto, simplista y que incluso puede desvirtuar los orígenes de la conmoción social.
Permítanme partir desde el empoderamiento ciudadano. Y aquí podríamos iniciar una discusión filosófica, ¿la democracia se fortalece o se debilita cuando la ciudadanía ejerce su poder ante el gobierno central? Y, si dejamos al margen hechos de violencia que muchas veces son perpetrados por infiltrados, podríamos concluir en que la democracia se fortalece cuando la brecha de poder en la relación mandante – mandatario disminuye. De esta forma, la legitimidad de las decisiones que emanan del Ejecutivo cada vez adquiere un nivel mayor de importancia casi igualando al de legalidad.
Por otro lado, hay que hacer énfasis en que ninguna de estas son manifestaciones generales de la sociedad. Son ejecutadas por grupos específicos, y en algunos casos históricamente opuestos a la central de poder político, como los estudiantes y los indígenas. No obstante, hay una variable alcanzada que en eventos similares anteriores no había sido posible, la empatía de más sectores sociales.
Finalmente, como ciudadanos debemos tomar conciencia al momento de pronunciarnos ante las urnas.