Avitov se contagia de la añoranza andina en su nueva obra ‘Aquisito’

VIDA. Avitov es escritor, documentalista, crítico literario, poeta y editor.
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VIDA. Avitov es escritor, documentalista, crítico literario, poeta y editor.
VIDA. Avitov es escritor, documentalista, crítico literario, poeta y editor.
VIDA. Avitov es escritor, documentalista, crítico literario, poeta y editor.
VIDA. Avitov es escritor, documentalista, crítico literario, poeta y editor.
VIDA. Avitov es escritor, documentalista, crítico literario, poeta y editor.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.
TRABAJO. El libro contiene dos relatos y un poema dedicado a Ambato.

Por: Dr. Mario Freire

Yarón Avitov es un mentor de la ingeniosa palabra, de la expresión narrada y escrita con finísima elocuencia y usanza propia; naturalmente dueño de sus imaginaciones, de sus pretextos, de sus trotamundas historias, de las añoranzas de su tierra, de su lugar de origen y del barro latinoamericano con el que cubre desde ya hace muchos años, su cuerpo, mente y espíritu.
Y precisamente este sentimiento de arraigo e identidad con lo nuestro, es lo que se avisora en su significativa obra titulada ‘Aquisito’, que contiene dos relatos y un poema que cuestiona la existencia con matices del realismo mágico.

‘Aquisito’ es un nombre raro para el autor, así como su inusual historia: este adverbio se convierte en el centro creativo del escritor, en el objeto de su contemplación, el arrebato de la palabra, plasmada con puño, letra y ficción para reseñar los inusitados espacios andinos de la cordillera, de la montaña, de la fría sierra no especificada en la geografía americana.

Juegos del lenguaje
‘Aquisito’ es el escenario real y cabalístico a la vez, desde donde parte el narrador para brindar una secuencia de sucesos que no tienen un final congruente, pero que en su desarrollo, sus acciones y tramas, van produciendo a cada instante enigmáticas intrigas que ocasionan en el lector las premurosas ganas de seguir leyendo, de seguir contagiándonos con su lectura.

Para lograr ese interés, Avitov recurre sigilosamente a la simbiosis de los elementos narrativos. Su materia prima es la lengua española, o mejor dicho, la lengua hispanoamericana. Según lo demuestra, el autor conoce a cabalidad sus significaciones y su léxico, quizá mejor que los propios cultivadores latinoamericanos.

Con esta lengua adquirida arma este fascinante cuento, en que la incidencia del lenguaje regionalista, popular serrano, hace notar que se refiere al habla ecuatoriana.

El escenario donde se suscitan los hechos es el ámbito andino- serrano; un escenario circular y concéntrico que no conduce a ninguna parte y en el que deambulan, extraviados, sus personajes.

Las acciones del relato son diversas: la búsqueda de un aposento por el visitante, el encuentro con el indígena, el extenuado caminar por los enigmáticos valles y senderos. En el logro de todo ese deambular, se entrelazan las paisajísticas descripciones, en las que cada palabra es una cromática pincelada que robustece la hermética lejanía andina.

FRASE

Sus caminantes siguen viajando por ‘aquisito’, sí, por ‘aquisito nomás’, rebuscando el descanso de sus cuerpos y sus almas en una estancia inexistente e invisible”. Mario Freire, académico.

Por: Dr. Mario Freire

Yarón Avitov es un mentor de la ingeniosa palabra, de la expresión narrada y escrita con finísima elocuencia y usanza propia; naturalmente dueño de sus imaginaciones, de sus pretextos, de sus trotamundas historias, de las añoranzas de su tierra, de su lugar de origen y del barro latinoamericano con el que cubre desde ya hace muchos años, su cuerpo, mente y espíritu.
Y precisamente este sentimiento de arraigo e identidad con lo nuestro, es lo que se avisora en su significativa obra titulada ‘Aquisito’, que contiene dos relatos y un poema que cuestiona la existencia con matices del realismo mágico.

‘Aquisito’ es un nombre raro para el autor, así como su inusual historia: este adverbio se convierte en el centro creativo del escritor, en el objeto de su contemplación, el arrebato de la palabra, plasmada con puño, letra y ficción para reseñar los inusitados espacios andinos de la cordillera, de la montaña, de la fría sierra no especificada en la geografía americana.

Juegos del lenguaje
‘Aquisito’ es el escenario real y cabalístico a la vez, desde donde parte el narrador para brindar una secuencia de sucesos que no tienen un final congruente, pero que en su desarrollo, sus acciones y tramas, van produciendo a cada instante enigmáticas intrigas que ocasionan en el lector las premurosas ganas de seguir leyendo, de seguir contagiándonos con su lectura.

Para lograr ese interés, Avitov recurre sigilosamente a la simbiosis de los elementos narrativos. Su materia prima es la lengua española, o mejor dicho, la lengua hispanoamericana. Según lo demuestra, el autor conoce a cabalidad sus significaciones y su léxico, quizá mejor que los propios cultivadores latinoamericanos.

Con esta lengua adquirida arma este fascinante cuento, en que la incidencia del lenguaje regionalista, popular serrano, hace notar que se refiere al habla ecuatoriana.

El escenario donde se suscitan los hechos es el ámbito andino- serrano; un escenario circular y concéntrico que no conduce a ninguna parte y en el que deambulan, extraviados, sus personajes.

Las acciones del relato son diversas: la búsqueda de un aposento por el visitante, el encuentro con el indígena, el extenuado caminar por los enigmáticos valles y senderos. En el logro de todo ese deambular, se entrelazan las paisajísticas descripciones, en las que cada palabra es una cromática pincelada que robustece la hermética lejanía andina.

FRASE

Sus caminantes siguen viajando por ‘aquisito’, sí, por ‘aquisito nomás’, rebuscando el descanso de sus cuerpos y sus almas en una estancia inexistente e invisible”. Mario Freire, académico.

Por: Dr. Mario Freire

Yarón Avitov es un mentor de la ingeniosa palabra, de la expresión narrada y escrita con finísima elocuencia y usanza propia; naturalmente dueño de sus imaginaciones, de sus pretextos, de sus trotamundas historias, de las añoranzas de su tierra, de su lugar de origen y del barro latinoamericano con el que cubre desde ya hace muchos años, su cuerpo, mente y espíritu.
Y precisamente este sentimiento de arraigo e identidad con lo nuestro, es lo que se avisora en su significativa obra titulada ‘Aquisito’, que contiene dos relatos y un poema que cuestiona la existencia con matices del realismo mágico.

‘Aquisito’ es un nombre raro para el autor, así como su inusual historia: este adverbio se convierte en el centro creativo del escritor, en el objeto de su contemplación, el arrebato de la palabra, plasmada con puño, letra y ficción para reseñar los inusitados espacios andinos de la cordillera, de la montaña, de la fría sierra no especificada en la geografía americana.

Juegos del lenguaje
‘Aquisito’ es el escenario real y cabalístico a la vez, desde donde parte el narrador para brindar una secuencia de sucesos que no tienen un final congruente, pero que en su desarrollo, sus acciones y tramas, van produciendo a cada instante enigmáticas intrigas que ocasionan en el lector las premurosas ganas de seguir leyendo, de seguir contagiándonos con su lectura.

Para lograr ese interés, Avitov recurre sigilosamente a la simbiosis de los elementos narrativos. Su materia prima es la lengua española, o mejor dicho, la lengua hispanoamericana. Según lo demuestra, el autor conoce a cabalidad sus significaciones y su léxico, quizá mejor que los propios cultivadores latinoamericanos.

Con esta lengua adquirida arma este fascinante cuento, en que la incidencia del lenguaje regionalista, popular serrano, hace notar que se refiere al habla ecuatoriana.

El escenario donde se suscitan los hechos es el ámbito andino- serrano; un escenario circular y concéntrico que no conduce a ninguna parte y en el que deambulan, extraviados, sus personajes.

Las acciones del relato son diversas: la búsqueda de un aposento por el visitante, el encuentro con el indígena, el extenuado caminar por los enigmáticos valles y senderos. En el logro de todo ese deambular, se entrelazan las paisajísticas descripciones, en las que cada palabra es una cromática pincelada que robustece la hermética lejanía andina.

FRASE

Sus caminantes siguen viajando por ‘aquisito’, sí, por ‘aquisito nomás’, rebuscando el descanso de sus cuerpos y sus almas en una estancia inexistente e invisible”. Mario Freire, académico.

Por: Dr. Mario Freire

Yarón Avitov es un mentor de la ingeniosa palabra, de la expresión narrada y escrita con finísima elocuencia y usanza propia; naturalmente dueño de sus imaginaciones, de sus pretextos, de sus trotamundas historias, de las añoranzas de su tierra, de su lugar de origen y del barro latinoamericano con el que cubre desde ya hace muchos años, su cuerpo, mente y espíritu.
Y precisamente este sentimiento de arraigo e identidad con lo nuestro, es lo que se avisora en su significativa obra titulada ‘Aquisito’, que contiene dos relatos y un poema que cuestiona la existencia con matices del realismo mágico.

‘Aquisito’ es un nombre raro para el autor, así como su inusual historia: este adverbio se convierte en el centro creativo del escritor, en el objeto de su contemplación, el arrebato de la palabra, plasmada con puño, letra y ficción para reseñar los inusitados espacios andinos de la cordillera, de la montaña, de la fría sierra no especificada en la geografía americana.

Juegos del lenguaje
‘Aquisito’ es el escenario real y cabalístico a la vez, desde donde parte el narrador para brindar una secuencia de sucesos que no tienen un final congruente, pero que en su desarrollo, sus acciones y tramas, van produciendo a cada instante enigmáticas intrigas que ocasionan en el lector las premurosas ganas de seguir leyendo, de seguir contagiándonos con su lectura.

Para lograr ese interés, Avitov recurre sigilosamente a la simbiosis de los elementos narrativos. Su materia prima es la lengua española, o mejor dicho, la lengua hispanoamericana. Según lo demuestra, el autor conoce a cabalidad sus significaciones y su léxico, quizá mejor que los propios cultivadores latinoamericanos.

Con esta lengua adquirida arma este fascinante cuento, en que la incidencia del lenguaje regionalista, popular serrano, hace notar que se refiere al habla ecuatoriana.

El escenario donde se suscitan los hechos es el ámbito andino- serrano; un escenario circular y concéntrico que no conduce a ninguna parte y en el que deambulan, extraviados, sus personajes.

Las acciones del relato son diversas: la búsqueda de un aposento por el visitante, el encuentro con el indígena, el extenuado caminar por los enigmáticos valles y senderos. En el logro de todo ese deambular, se entrelazan las paisajísticas descripciones, en las que cada palabra es una cromática pincelada que robustece la hermética lejanía andina.

FRASE

Sus caminantes siguen viajando por ‘aquisito’, sí, por ‘aquisito nomás’, rebuscando el descanso de sus cuerpos y sus almas en una estancia inexistente e invisible”. Mario Freire, académico.