Nerviosa, pero feliz. Así se mostró Gina Nájera en los exteriores del Registro Civil mientras esperaba la llegada de su pareja sentimental, Verónica Angulo, con quien la tarde de ayer contrajo matrimonio.
La felicidad era evidente en el rostro de las recién casadas y las muestras de amor se expresaron desde el primer momento que se encontraron. El ingreso a las instalaciones del Registro Civil lo realizaron agarradas de la mano y mostrando la mejor sonrisa para las cámaras de los distintos medios de comunicación que se dieron cita a la ceremonia.
Durante el protocolo Gina y Verónica cruzaban miradas de amor, pues estaban plasmando uno de sus sueños más añorados “estábamos planificando casarnos en Estados Unidos porque aquí no era permitido, pero ahora que sí se puede decidimos hacerlo en nuestro país”, expresó Gina, quien lucía un elegante terno.
Verónica acudió a su matrimonio vistiendo un vestido que exaltaba los colores de la Nacionalidad Tsáchila, indumentaria que escogió en representación al amor que siente por esta provincia.
Solemnidad
Bremilda Santín, delegada del Registro Civil, fue la encargada de leer los datos de las contrayentes y tomar el juramento a las dos personas que sirvieron como testigos de este matrimonio igualitario.
Posteriormente Verónica selló su rúbrica en el acta oficial y de inmediato lo hizo Gina, quienes celebraron este momento con un romántico beso. Minutos después unieron sus manos y de manera similar perforaron sus cédulas de solteras, pues ahora esos documentos fueron cambiados por los de casadas. (JD)
Emotividad
Antes de finalizar la ceremonia Verónica pidió la palabra para dar lectura a un mensaje que guardaba en su teléfono móvil. Eran frases muy sentimentales, expresando felicidad a la pareja “a esta hora debes estar casándote con la mujer que amas, yo estoy muy feliz por ello. No pude asistir por estado de salud, pero quiero que sepas que estoy orgullosa de la hija que he formado, siempre has dicho que tuviste suerte al tenerme como tu madre, pero la de la suerte fui yo”, es el resumen del texto redactado por Edith Alvarado, progenitora Gina, quien lloró al escucharlo.
Familia
Verónica tiene dos hijos menores de edad; sin embargo, esto no fue impedimento para que ella escriba una nueva historia de amor “ellos saben que soy feliz porque siempre están a nuestro lado, compartimos, viajamos, estamos en casa, cenamos”. Gina validó este pronunciamiento “un día estábamos en la mesa y el hijo mayor me dijo que con tal de ver la cara de felicidad de su madre no le importa lo que haga”.
DATO
Las casadas se conocieron en la época colegial y antes del matrimonio llevaban dos años de noviazgo.