Salud y bienestar

Positividad tóxica
Personaje lojano

Álvaro Peña Flores

A un año de la aciaga época que nos tocó vivir por el confinamiento y la muerte indolente de miles de personas en el país y el mundo, causada por el coronavirus, la situación actual no ha mejorado mucho tanto a nivel sanitario, gubernamental y social. La pésima gestión por parte del gobierno para adquirir las vacunas nos hacen ver que estamos gobernados por inútiles e incapaces. Los ministros de salud han festinado los precarios recursos, manejando con arbitrariedades los insumos y vacunas también precarias con su círculo íntimo de secuaces que no han hecho más que enardecer la ira e impotencia que ya reina en todos los ecuatorianos.

Irónicamente hoy, el mundo celebra el Día Internacional de la Salud, cuyo propósito es aunar esfuerzos por parte de los gobiernos para garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades, condiciones necesarias para lograr el desarrollo sostenible. Y digo irónico porque la garantía y protección que debe prestarnos el gobierno se ha convertido en inseguridad y desconfianza en todos los niveles. No hay un plan eficaz y confiable de vacunación, se sabe de fuentes extraoficiales que han adquirido 20 millones de dosis, cantidad suficiente para en primera instancia vacunar a todos los ecuatorianos, antes de hacernos más vulnerables y perder la inmunidad adquirida.

Se sabe también que el actual Ministro de Salud, está empeñado o al menos eso parece, de mejorar la situación, limpiando de cierta forma la desprestigiada gestión en un ambiente de inseguridad por el escenario político actual en el que el país camina a la deriva; quién vaya a gobernarnos los próximos cuatro años tiene la titánica tarea de cambiar radicalmente la situación a nivel sanitario como de liderazgo gubernamental.

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