A pocos semestres de concluir los estudios universitarios estaban los dos jóvenes que perdieron la vida en un accidente de tránsito el sábado por la madrugada.
Víctor Egas y Giancarlos Orozco, estudiantes de la Universidad Técnica Equinoccial, sede Santo Domingo de los Tsáchilas, fueron sepultados ayer. Los jóvenes fallecieron el sábado por la madrugada, cuando el vehículo en el que viajaban desde el cantón La Concordia hacia la ciudad, chocó de frente contra un bus de transporte interprovincial.
El velatorio de Egas fue en su casa, ubicada en la cooperativa de vivienda Santa Martha, a pocos metros de la matriz de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones. Allí llegaron familiares y amigos a despedirse.
Su madre, entre lágrimas, recordó y lamentó la ausencia del menor de sus varones. El ‘negrito’, como cariñosamente algunos le decían, le había prometido ir hoy a la playa, acompañado de su sobrino y su hijo, pero el viaje nunca se dio.
“Era muy cariñoso, siempre pasaba aquí conmigo. No puedo creer que se me haya ido para no regresar”, dijo entre llantos la mujer, quien aseguró que no quiso ver a su hijo dentro del ataúd, con el rostro destrozado, como quedó tras el accidente. Lo enterraron ayer, en el camposanto La Luz, ubicado en la vía a Quevedo, margen derecho, en la entrada a la parroquia Puerto Limón.
A un semestre
A punto de iniciar la tesis y graduarse estaba Giancarlos Orozco, el otro joven que perdió la vida en la tragedia. Su madre, que llegó desde Guayaquil donde reside con los demás hijos, contó que supo de la noticia el sábado a las 07:00.
“Estuvo hasta tarde en la universidad alistando un proyecto que debía presentar, luego llegó a la casa, incluso se cambió de ropa para dormir. Al parecer recibió una llamada telefónica y le dijo a mi mamá que saldría un momento pero regresaba pronto”, contó.
Su cadáver fue sepultado pasado el mediodía de ayer en el Cementerio Central, donde también se celebró una misa en su honor. (ARR)
La noticia
Se supo que los ahora occisos viajaron a La Concordia el viernes por la noche para dejar a una amiga que reside allá. La chica, al día siguiente tras conocer la noticia, se comunicó con un amigo de la familia de Víctor Hugo Egas, para que avisara a su familia de la tragedia. Los jóvenes murieron cuando regresaban a Santo Domingo.
