El deseo de convertirse en un jugador profesional y anotar goles en los mejores estadios del país dejó de ser prioridad para Henry Cruel, quien actualmente defiende los colores del Club Colorados en el campeonato provincial de segunda categoría.
Tiene 26 años y su pasión por el fútbol es indescriptible; sin embargo, su trabajo como docente ha ocasionado que ya no albergue los sueños que tenía cuando era un niño “hace tres años doy clases y entreno en las tardes con mi equipo. Propuestas hubieron bastantes para jugar en otras provincias, pero por sentimientos familiares y por estabilidad laboral decidí quedarme”.
En su mente permanecen innatos los recuerdos de su niñez, época en la que jugaba fútbol con los muchachos del barrio. A los 11 años ingresó a Jaipadida y fue ahí cuando creció su pasión por este deporte. “He tenido profesores buenos en todos los equipos, me ayudaron mucho en lo deportivo como en lo personal”, expresó Cruel.
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Este año defiende la camiseta del Club Colorado, entidad con la que anhela llegar al zonal de ascenso y ganarlo para jugar en la Serie B. Su tiempo lo divide entre la docencia y las canchas de fútbol, demostrando seriedad en los dos lados “siempre que uno hace lo que le gusta pone mucho compromiso”.
Henry es un futbolista de buenas condiciones técnicas que juega de volante ofensivo, se destaca por su velocidad y por encarar a rivales. Ha tenido la oportunidad de estar en U. Católica, Independiente del Valle y el Manta F.C, pero, a pesar de tener buena técnica, no pudo consolidarse en el profesionalismo y optó por sacar la licenciatura en la docencia. (JD)
DATO
Henry desea que su hijo Eithan, de 1 año y 9 meses, se vincule al fútbol y alcance el profesionalismo.