Pueblo

RICARDO VERA CALDERÓN

A pesar de tener casi medio millón de habitantes, esa cifra no nos ha dado el estatus que debe tener la cuarta ciudad del País, que sería el ser considerada una Urbe importante en el contexto nacional.

El desarrollo y el ordenamiento urbano de Santo Domingo ha tenido un estancamiento muy grave, ya que las políticas públicas se han aplicado con criterio de inmediatez, puesto que los proyectos se circunscriben al periodo del Alcalde de turno, y no en función del Cantón, que requiere programaciones de largo plazo, sin que esto quiera decir que es necesario la reelección de los burgomaestres.

A pesar que el desarrollo urbano es mucho más que solo regeneración, esta variable es la de más tangible evidencia para inferir que se va por el camino correcto para transformar un pueblo en verdadera ciudad. Así pues, parte fundamental de la regeneración es la obra pública, principalmente en vialidad, lo que implica asfaltados, alternativas de accesos, pasos a desnivel, pasos peatonales y más infraestructura que contribuya a mejorar y hacer más cómodo la movilidad y el tránsito.

Vemos que en los últimos meses la vía a Quito fue intervenida para ampliarla, situación que aplaudo, puesto que los accesos principales, así como los centros de alto tráfico, son los que deben ser intervenidos para hacer una ciudad bonita. Lo que no comparto es la falta de previsión de rutas alternativas para evitar el terrible caos vehicular que ha generado esos trabajos, ya que la Av. Quito es la única alternativa para transitar transversalmente. ¿Qué se hizo por habilitar la Av. Bruselas, Las Delicias, la Río Tanti, y otras, que serían buenas alternativas de descongestión?

Si solo tenemos una calle para ir de este a oeste, o viceversa, seguimos siendo pueblillo de tercera. Triste realidad.

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