Como cada día, Gustavo Pazmiño salió de su casa, en Tosagua, a trabajar.
Este hombre de 28 años se encargaba de atender en una camaronera, donde también laboraba Luis Echeverría, su primo. Ambos subieron a la canoa y comenzaron a cumplir con su deber de alimentar a los crustáceos, cuando de un momento a otro la embarcación se volcó en el agua.
Las botas que usaba Pazmiño se enredaron en el fondo y a pesar de que su pariente trató de ayudarlo a salir a flote, la constitución física corpulenta que tenía el hombre, impidieron que pudieran lograrlo. Minutos después de luchar por respirar, se ahogó.
Todo ocurrió el lunes por la mañana, en el sector conocido como La Violeta, del cantón Pedernales. El cadáver arribó pasadas las 17:00 al Centro de Investigaciones Forenses de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde ayer le practicaron la autopsia de ley.
Dos hijas
Gustazo Pazmiño era padre de dos hijas, que ahora quedan en la orfandad. Su esposa ayer permanecía en la parte externa de la morgue local, a la espera del cadáver para trasladarlo hasta Tosagua, donde será velado y sepultado.
Durante aproximadamente seis años la víctima mortal de este fatídico hecho laboró en la camaronera y diariamente acudía con mucha responsabilidad a cumplir con su deber. Sus familiares lo recuerdan como un hombre muy trabajador, dedicado a su familia. (ARR)
EL DATO
Se desconocen las causas que originaron el volcamiento de la canoa.