La adaptación de Julián Martínez de ‘La casa de Bernarda Alba’ llega al Teatro Variedades

ESCENA. La obra describe la sociedad violenta y el fanatismo religioso que oprimía a la mujer de la época. (Foto de Cortesía)
ESCENA. La obra describe la sociedad violenta y el fanatismo religioso que oprimía a la mujer de la época. (Foto de Cortesía)

El aclamado dramaturgo y docente Julián Martínez llega por primera vez a Quito con su versión del clásico ‘La casa de Bernarda Alba’, del andaluz Federico García Lorca. Un elenco masculino interpretará a Bernarda y sus hijas en la famosa historia ambientada en la represión de los años del franquismo en España.

Martínez, quien recibió el Premio Fundarte en su natal Venezuela por la obra ‘La casa del perro’, trabajó con el colectivo Teatro Atro y Ananda Producciones, de Guayaquil, para el montaje.

La obra ha estado de gira por el país desde 2017 y, con la colaboración de la productora Artestudio Teatro, de Quito, se presentará en el Teatro Variedades Ernesto Albán el 29 y 30 de este mes, a las 19:30.

Encuentro con lo femenino
Martínez llegó al país hace poco más de cuatro años, invitado a ejercer la cátedra en la Escuela de Artes Escénicas en la Universidad de las Artes.

Durante el estreno de ‘La casa del perro’ en Guayaquil, el actor cubano Guillermo García Silverio, director de Ananda Producciones, se contactó con Martínez para invitarlo a dirigir ‘La casa de Bernarda Alba’.

Su trabajo con el elenco le dio al texto de García Lorca la posibilidad de explorar la feminidad desde el punto de vista de actores masculinos, sin caer en la parodia o la ridiculización que el público está acostumbrado a ver en el teatro callejero.

EL DATO
La entrada cuesta 12 dólares. Estudiantes y tercera edad tienen descuento del 50%.

“El trabajo fue conectarnos con nuestro lado femenino”, sostiene el director. Desde el inicio, la obra estuvo planteada como una posibilidad de no simplemente imitar los gestos y movimientos de la mujer, sino de adentrarse en el personaje.

Alejandra Coral, vocera de Artestudio teatro, considera que la propuesta surge de una necesidad masculina de hallar “empatía y reconciliación con lo femenino; el abrazar y entender cómo se siente una mujer”
.
Los actores, con sus músculos, tatuajes y barbas, asumen el rol de Bernarda, Adela o Angustias para representar a una sociedad víctima de la opresión, manteniendo casi absoluta fidelidad al guion original de García Lorca.

Adaptación
Con pocos cambios al texto original, Martínez decidió mantener el aspecto trágico de la obra, pero también agregarle un toque de comedia e ironía. “Sinteticé algunos personajes que consideré que no eran necesarios, para darle más relevancia a los principales. En esa adaptación agregué elementos de comedia, pero no es una parodia”, indica.

Coral sostiene que los guiños de humor que añadió Martínez “dan cierto alivio al espectador durante el melodrama que propone García Lorca”. Ella resalta que la puesta en escena es minimalista, ya que la vestimenta de los actores, diseñada por García Silverio, es prácticamente la única utilería.

El arriesgado proyecto ha tenido buena recepción en Guayaquil y otras ciudades del país, por lo cual Martínez piensa llevarlo a festivales internacionales. “Más allá de la opresión de las mujeres en nuestra sociedad, la obra habla de la represión en general, eso ayuda mucho a que funcione con el público”. (AA)

FRASE

No solo es una obra que habla sobre la opresión femenina en casa y el machismo, sino en general sobre las injusticias que se da a las minorías” Alejandra Coral, vocera del colectivo Artestudio Teatro.