Hasta el 2030

VERÓNICA NARVÁEZ

Próximos a finalizar el segundo mes del año 2019, el planeta tuvo eventos realmente alarmantes. Para Ecuador es ajeno la ola de calor en Australia, donde se llegó a temperaturas de 50C, mientras el frío de Chicago llegó a sentirse más que en la Antártida, quizás lo más visible para nosotros fueron las impactantes fotos de los osos polares que ante el deshielo del Ártico no les quedó más que invadir una ciudad en Rusia para buscar alimento.
2030 es el año que tenemos de límite para frenar el incremento de la temperatura a nivel mundial Máximo a 1.5 C, ya que con este incremento ponemos al límite la supervivencia de la tierra. Ahora las proyecciones van a que el aumento de temperatura sería hasta 3C más de continuar como vamos en el planeta.

Aun así, parece que no somos conscientes de la magnitud del problema, nos desconectamos de las realidades mundiales y no actuamos como deberíamos como país o ciudad.

Las acciones son múltiples y pueden ser individuales, colectivas, privadas y públicas, todos debemos hacer una parte. La responsabilidad individual nos dice que principalmente no desperdiciemos la comida, tengamos nuestros huertos en casa, reduzcamos el consumo de plástico, apostemos a una movilización sostenible, cuidar los árboles que tenemos y sembrar cuantos podamos.

Pidamos propuestas a nuestros candidatos donde prime el enfoque de reducir el calentamiento global, que nada límite las acciones que requerimos como provincia, preservar nuestras áreas verdes a toda costa, campañas de sensibilización ambiental a la comunidad, mediación y facilidad para gestionar desechos sean comunes, peligrosos o especiales, en resumen alinearnos a la solución que es obligación ya no una opción.
En acciones ambientales todo suma no permita que le hagan creer lo contrario.

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