Sofía, una maestra que enseña a vivir

Reto. Este es el rostro de la maestra que ve más allá de las imágenes, ve desarrollo para todas las personas no videntes.
Reto. Este es el rostro de la maestra que ve más allá de las imágenes, ve desarrollo para todas las personas no videntes.

Su vida es una prueba de que la ceguera no es hoy una limitación para estudiar e integrase a la vida laboral.

Sofía Herrera tenía 9 años cuando una mala práctica médica por desprendimiento de retina le quitó la visión. Desde ese entonces con la ayuda de sus familiares fue aprendiendo a convivir con esta discapacidad que no la alejó de abrir camino con estudios y en el mercado laboral; un camino que no fue fácil.

En 2005 ingresó como voluntaria a dar clases en la unidad educativa Mariano Aguilera, institución donde hay unos siete niños con ceguera, en ese entonces su hijo menor Charly quien también es no vidente fue parte del proceso de aprender a vivir. En 2008 Sofía tuvo su primera bonificación de 150 dólares por apoyar a la educación y en 2012 fue contratada por 300 dólares, para 2014 gracias a su esfuerzo pudo concursar para obtener su nombramiento como docente de planta.

Desde ese entonces presta su servicio ayudando a los chicos con discapacidad en áreas específicas como a leer y escribir en brailler, matemáticas, movilidad, computación, en el deporte y música. “Me siento orgullosa de mi, pero sobre todo de mis alumnos, muchos de ellos ya están en universidades y otros trabajando”, expresó. Incluso su hijo Charly ahora cursa el cuarto de año de la carrera de música en una universidad de Argentina, gracias a su desarrollo puede entonar el piano y otros instrumentos además de cantar jazz.

Por ahora, la maestra trabaja en un proyecto de vinculación con los alumnos universitarios, en las próximas semanas se firmará un convenio con el Instituto Tsáchila para que otorgue el apoyo en las tareas dirigidas a los chicos no videntes, así como en la elaboración de material didáctico. Sofía también tiene en mente la creación de un aula inclusiva ya que en la provincia no existe una para las personas no videntes, lo sabe porque además brinda a poyo en otras instituciones.

“El Ministerio de Educación da los materiales para elaborar los trabajaos en clase, pero los estudiantes deben comprar su regleta para hacer las tareas en casa, faltan más implementos”, acotó. Una de las frases favoritas de la maestra y que aplica todos los días en su carrera es: «La enseñanza es más que impartir conocimiento, es inspirar el cambio».

Actividades. Sofía imparte clases en la Unidad Educativa Mariano Aguilera y sirve de apoyo en otras instituciones.
Actividades. Sofía imparte clases en la Unidad Educativa Mariano Aguilera y sirve de apoyo en otras instituciones.

Día a día

La rutina de Sofía empieza en su casa al levantarse, preparar el desayuno y arreglar la casa, todo eso lo ha aprendido hacer sola, al mediodía empieza alistarse para a las 12:30 tomar taxi y salir al colegio donde está hasta las 19:00 dando clases. Muchas veces se da tiempo para la Fundación Provincial de la personas con discapacidad visual Luz y Sombra, la misma que ella fundó hace 15 años en Santo Domingo.

Durante esta trayectoria ha venido trabajado en la lucha de los derechos en el ámbito social, laboral, educativo, sensibilizando a la ciudadanía. “Ahora las personas nos dan esa apertura de poder ser partícipes de varios espacios, nos sentimos más aceptados”, detalló. En la actualidad integran 47 personas la asociación, quienes se han vinculado a diferentes proyectos para su bienestar, entre ellos la parte deportiva en los torneos locales y nacionales, además de talleres prácticos para emprender.

Ella sabe que su labor está incompleta cuando las tareas no se hacen y las sonrisas están ausentes, es por eso que día a adía se levanta dispuesta a enfrentar dolorosas realidades, entiendo como el único camino que es intentar hacerlo mejor para así enseñar a vivir. (DA)

Vida

El 4 de febrero de este año Sofía cumplió 51 años, dice sentirse afortunada de ser madre de tres hijos profesionales y sobre todo comprensivos con su situación; Priscila de 28 años, Elvis 25 años y Charly de 23 años que es no vidente.

Figura. Ella fue la mentora hace 15 años de la Fundación Luz y Sombra.
Figura. Ella fue la mentora hace 15 años de la Fundación Luz y Sombra.