Un álbum de fotografías demuestra la solidaridad que tiene Rómulo Lovatón de 54 años, cada una retrata los casos en los cuales ha podido dar una mano al prójimo. Desde hace varios años atrás ha realizado autogestión para que se efectúen operaciones a personas que padecen alguna enfermedad, también ha conseguido lista de útiles escolares para los niños de escasos recursos y ha podido sacar algunos jóvenes del mundo de las drogas, impulsando varias actividades.
Su labor se intensificó a raíz del terremoto que afectó al país en 2016, cuyo epicentro fue en Pedernales, ‘perdí todo lo material, pero gracias a Dios estoy vivo, al ver la escasez que estábamos pasando me fortalecí y empecé a trabajar por lo demás”, narró.
Junto a un grupo de personas que lo perdieron todo a causa de este fenómeno natural emigró a Santo Domingo de los Tsáchilas. A su llegada organizó un encuentro de vóley benéfico con equipos de otras provincias, llevar algunos víveres era el costo de la entrada. También motivó el emprendimiento en varias de estas familias, haciendo que se establezcan y se recuperen económicamente. “Hay que ver las cosas de manera positiva, porque siempre hay personas que ayudan a quienes pasan por algún problema”, detalló.
Proyectos
En Pedernales trabajó como voluntario en la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos, preparando a chicos y chicas en los colegios sobre temas de primeros auxilio, lo que le ha dado una pauta para poder ayudar en los momentos que se presentan emergencias. Desde joven ha practicado varios deportes entre ellos el atletismo y natación, por ello ahora entrena a algunas personas y jóvenes en el parque lineal Manuel Ramos y en el parque de la Juventud.
En la actualidad está enfocado en trabajar con niños de escasos recursos económicos y que se encuentran inmiscuidos en el consumo de drogas, a varios de ellos ha podido insertarlos en academias de baile y deportivas de manera gratuita. “Como dije antes, siempre hay quién se presta a dar la mano, varios entrenadores lo han hecho”, acotó.
A Rómulo se le han cerrados muchas puertas, pero es ahí cuando empieza a tocar nuevas hasta conseguir la ayuda para quién lo necesite. Sin embargo, considera que creando una fundación las personas podrían dar más donaciones. Por ello trabaja en un proyecto que está en un 50% establecido, cuyo nombre es ‘Asociación de Jóvenes Emprendedores’ (Asopragem) que ayudará a fomentar el trabajo y así mejorar las condiciones de vida de familias.
Superación
Cuando era niño Rómulo sintió la pobreza y las limitaciones, llevó una vida desorganizada, sin embargo, pudo reivindicarse como aportando a la sociedad. Han transcurrido 10 años y continúa apoyando a los grupos vulnerable, esta ha sido su carta de presentación.
Su lucha
Rómulo se considera un hombre trabajador que lucha hasta conseguir lo que se propone aunque dijo que no es ejemplo, pero sí desea que las personas nunca se rindan y más bien enfrenten los problemas. Su inspiración es Dios y sus 12 hijos, “quiero continuar para dejar una huella, porque cada día se aprende de los proyectos sociales. Siempre nos encontramos personas que piden ayuda y estaré para darles la mano.”, puntualizó.