¿SobrevivIRÁN?

Por: ANDRÉS GÓMEZ CARRIÓN

El decontento social producto de la corrupción, crisis económica, cuestionado ejercicio de la política exterior y bajos estándares de vida tienen a Irán en la situación política más crítica del último quinquenio. Las manifestaciones violentas se han tomado las principales ciudades del país. Esta situación desestabiliza a uno de los gobiernos más sólidos de la región y coadyuva a países de políticas opuestas, como EEUU, a criticar al régimen.

A partir de la semana pasada, inició una cuenta regresiva en contra del Gobierno Central de Irán, encabezado por Hassan Rouhani. Entre más tiempo se prolongue la crisis mayores serán los pronunciamientos extranjeros y progresivamente se dará paso al discurso de la “intervención” como mecanismo de rescate social. Donald Trump ya dejó ver su tendencia a utilizar esta estrategia.

Unido a esto, los ciudadanos iraníes han mostrado su descontento con el ejercicio de la política exterior de su país, por considerar que Rouhani prioriza solucionar problemas externos que la crisis social interna. Por ende, esto pone en jaque a regímenes como el de Siria quien podría sentir la reducción temporal del apoyo iraní. Además, a países como Israel y Arabia Saudita se les podría presentar una oportunidad única; el primero porque Irán reduciría su presencia en Gaza y el segundo porque la crisis causaría disminución en el apoyo militar implícito que existe desde el gobierno iraní hacia los rebeldes hutíes en Yemen.

En conclusión, para el gobierno iraní es urgente que Rouhani termine con las manifestaciones violentas y retome el control en las principales ciudades. Tiene el tiempo en contra y, de seguir esta realidad, se expone a ser blanco fácil en organismos como la ONU y legitima una posible intervención extranjera. Además puede perder respaldo popular de sus ciudadanos sobre causas como Gaza, Palestina y Siria. Rouhani y su gobierno ¿sobrevivIRÁN?

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