Freddy Arrobo se encuentra en terapia intermedia en una clínica privada de Santo Domingo. Él fue apuñalado el último sábado, por presuntos delincuentes que le querían robar. Ahora, su familia y él dicen que no guardan rencor, que “todo queda en manos de Dios”.
Alfredo Sánchez, director médico de la casa de salud, manifiesta que el paciente llegó muy grave pero fue intervenido, el arma blanca atravesaba el cráneo y la cara. La hoja del cuchillo penetró 16 centímetros en Freddy, ahora está en tratamiento.
Suceso
Freddy, desde la cama de la clínica cuenta los hechos, dice que fue a dejar un encargo en el sector entre la avenida Quito y la Río Toachi, estaba llamando por celular y vio a alguien acercársele, no se dejó robar el teléfono móvil y otro hombre se acercó incrustándole el cuchillo primero en el brazo izquierdo y luego a la altura de la cabeza. Freddy, dice que nadie lo ayudaba y que tuvo que ir sangrando, caminando hasta el sector de las Cinco Esquinas sintiéndose cada vez peor, sin poder respirar. De rodillas, lo único que hizo fue encomendarse a Dios, lo que asegura que es lo que ahora lo tiene con vida. Por eso él y su familia dicen que no tienen ningún rencor contra quien hizo esto, ahora solo están enfocados en la recuperación de este hombre que siente que Dios le dio “una nueva oportunidad de vida”. (VG)
Sobre él
Freddy tiene 32 años, no tiene trabajo fijo, hace poco trabajaba en Quevedo pero ahora, hace poco empezó a laborar en una carrocería. Su hermana Gladys Arrobo, dice que la familia está feliz con esta bendición de la salvación y recuperación de su hermano.