Las bondades de la sal

ÁNGEL MIGUEL RAMÓN

La sal ha sido siempre desacreditada como un elemento causante de subir la presión arterial. Basados en este principio los médicos y en general la población ha satanizado a la sal como lo peor que puede haber para subir la presión arterial.

La sal es un elemento indispensable en la alimentación diaria, ya que cumple importantes funciones en el metabolismo de nuestro organismo, siempre y cuando su administración sea con mesura, porque si la usamos con deficiencia hay consecuencias, si abusamos en su consumo también nos afecta.

Los síntomas de la deficiencia de sal (sodio) incluyen fatiga muscular, espasmos musculares, calambres y palpitaciones cardiacas, estos síntomas desaparecen al agregar una mayor cantidad de sal en su alimentación. Pero lo importante es equilibrar su uso con el consumo de potasio que se encuentra en el tomate, guineo maduro, verduras y agua.

Hay estudios que revelan que a lo largo del siglo XVII, la persona promedio consumía 100 gramos de sal por día. Hoy la mayoría de las personas consumen 10 gramos de sal por día o menos; sin embargo, tenemos tasas mucho más altas de hipertensión.

Los tipos de alimentación que son bajos en sodio disminuyen la presión arterial. Sin embargo, también agravan los niveles de colesterol total con respecto a la proporción de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y aumentan los niveles tanto de los triglicéridos y la insulina, lo que incrementa el riesgo de una resistencia a la insulina.

El consumo bajo en sal afecta directamente los niveles de magnesio y calcio. Si no obtiene suficiente cantidad de sal, su cuerpo no solo comienza a extraer sodio de los huesos, sino que también extrae magnesio y calcio de los mismos para mantener un nivel normal de sodio.

[email protected]