La mediación

Desde los albores de la existencia del hombre siempre han existido los conflictos, muchos de estos han logrado feliz término, otros han escalado de manera impresionante, todos conllevan a resultados favorables y desfavorables dependiendo el cristal con que se mire.

El conflicto, no debe ser observado con una mirada destructiva, todo lo contrario, el conflicto debe ser considerado como un motor para el cambio que pueda mejorar situaciones adversas, puede fortalecer el vínculo de los grupos, disminuye o extingue relaciones insipientes, el conflicto y el cambio son inseparables.

No soy proclive a los adjetivos infundados, no obstante, el recorrido de la historia tiene señales que, aún antes de la creación de la república venimos atravesando caminos culebreros, este recorrido ante la carencia de una mejor resiliencia se mantiene, cuando la adversidad se pone de manifiesto, lastimosamente se incrementa la agresividad colectiva, todos contra todos, salvo excepciones por ejemplo, el conflicto con el Perú, o previo al encuentro que tenga la selección de fútbol, este último da aparente muestra de cohesión social, reitero, esto es antes del resultado

Las divergencias sociales siempre han existido, se mantienen, y, se mantendrán, sociedades perfectas no las hay, lo que sí podemos observar son sociedades con más prudencia en el accionar colectivo, para poder lograr cambios de conducta social, creería que el primer paso que debemos emprender es la educación, sin duda es el pilar el accionar de la conducta social vigente, y la que vendrá.

Aboguemos en la búsqueda de entender que muchas cosas tienen la solución bajo la metodología del diálogo, es el mejor momento a efecto que las mallas educativas incorporen el conocimiento de lo que constituyen los métodos alternativos en la solución de conflictos, en lo principal lo que es la mediación

Eduardo Tabarez Ramirez

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