Vecinos quieren darle vida útil a cementerio de pupitres

ABANDONADO. En total abandono se encuentran las instalaciones donde funcionó el colegio ‘Fredesulinda Rosero de Páez’.
ABANDONADO. En total abandono se encuentran las instalaciones donde funcionó el colegio ‘Fredesulinda Rosero de Páez’.

La Concordia.

Los vecinos de la calle París, del barrio Miraflores, se sienten preocupados porque desde que el distrito educativo cerró el colegio Fredesulinda Rosero de Páez, sus instalaciones son ocupadas como un cementerio de pupitres que sirve de guarida a adictos y delincuentes.

Janeth Baloy, dirigente del barrio, manifestó que durante años funcionó el centro escolar en el sector e inexplicablemente fue cerrado por las autoridades educativas del cantón, dejando sin estudiar a algunos jóvenes y otros tuvieron que irse a otros colegios, lejos de sus domicilios.

“De pronto empezaron a utilizar el área interna donde funcionó el colegio como bodega de pupitres y otros materiales que traen de otras escuelas y colegios cerrados. Por varias ocasiones hemos acudido al distrito educativo para solicitar que nos presten las instalaciones para dictar catecismo y ofrecer talleres de artesanía a los niños y jóvenes, pero la respuesta ha sido negativa”, aseguró la mujer.

EL DATO
El lugar está lleno de maleza y en su interior es evidente el abandono y deterioro en que se encuentran algunos implementos.

Delitos

Luis Párraga, otro de los vecinos del barrio, dijo que el colegio cerrado se ha convertido en un cementerio abandonado de pupitres, lo que es aprovechado por drogadictos y delincuentes que ingresan a este lugar durante las noches y madrugadas para robarse los fierros, que luego venden como chatarras.

Una administradora circuital de educación, quien omitió su nombre, dijo a La Hora que efectivamente en el lugar se colocan los pupitres y otros materiales que han sido retirados de las instituciones educativas cerradas, pero asimismo los pupitres sirven para potencializar a otras unidades educativas; aseveró desconocer el pedido de los moradores del barrio Miraflores, para utilizar las instalaciones. (JAR)