Un deber con responsabilidad

A pocos días de un evento crucial para el país: la elección del primer mandatario, en medio de la pandemia que no se quiere ir y la crisis sanitaria mundial que no acaba, vemos con preocupación y angustia el futuro de un país que muchos queremos grande y diferente.

El populismo particular de muchos países de Latinoamérica ha jugado un papel crucial para ganar adeptos, es sumamente fácil apoderarse de los votos regalando dinero, es más fácil y cómodo recibir un bono que trabajar, y esto sin duda convence, y es la muestra de lo que buscan muchos ecuatorianos, un estado que gobierne viendo a los pobres implorar por “ayuda económica” que te quita educación porque te quiere ignorante y dependiente.

Porque te convence que los emprendedores son tus enemigos y contra ellos es la batalla, porque no quiere decirte que debes estudiar, leer, investigar, porque aún te quiere iletrado.
Esa pobreza mental con la que te convencen, repitiendo el argumento mediocre que “todos roban” pero al menos hicieron obras, inadmisible pensar de esta manera, necesitamos un gobernante honesto, sensible, inteligente, de manos limpias, que cambie el sistema y estructura que nos gobierna donde ocultan a los corruptos y te ponen en batalla con tus compatriotas.

Analicemos y meditemos el voto, no creas todo lo que dice tu vecino porque lo leyó en el Facebook, investiguemos acudiendo a la fuente oficial, cuestionemos ¿a quién vamos a darle el poder de decidir por nosotros? ¿seguiremos permitiendo que ni la salud se respete? No pueden seguir jugando con el futuro de un país inmensamente rico.

Revisemos las propuestas, escuchemos sigilosamente a los candidatos, examinemos sus antecedentes, estudiemos sus logros, el internet nos permite obtener información oficial no memes, no chistes, no cadenas maliciosas que solamente quieren seguirte engañando.
Ecuador somos uno, Ecuador somos grandes, ¡Ecuador un país donde los buenos somos más!

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