Hace 25 años se creó la Diócesis de Santo Domingo, desde entonces empezó una nueva historia para la comunidad católica.
La historia reciente relata los personajes que, desde la función de Obispos Prelado y Diocesanos, han desplegado una valiosa labor que deja huellas profundas en la grey y en la colectividad de la provincia eclesiástica, que va más allá de los linderos provinciales.
Emilio Lorenzo Stehle, (+) Wilson Moncayo, (+) Julio Terán y Bertram Wick, cada uno en su tiempo ha aportado a la provincialización.
Primer Obispo
Emilio Lorenzo, el precursor, le correspondió el desbroce de la trocha o ruta a seguir, en lo espiritual, social, material, pero fundamentalmente, sembró las bases de una iglesia fuerte, inmersa en la provincia que pronto llegaría, como para reseñar que la lucha y todo el esfuerzo en esa línea, no fue estéril y cosechó.
Los santodomingueños no lo olvidan, por el trabajo, obras y proyectos que encaminó a favor de esta tierra.
Se retiró al cumplir la edad reglamentaria para el obispado, esto es 75 años. Falleció en el 2017, en Alemania a los 91 años de edad.
La catedral
Wilson Abraham, el sucesor de Emilio Lorenzo, orientó su brújula con el norte a continuar la gran obra de su antecesor en lo social y provincialización, pero como plus de su gestión apuntó a la construcción de lo que es hoy, el ícono más alto de la ciudad, la catedral ‘El Buen Pastor’.
Perdió la batalla, víctima de un cáncer, entregó su alma al creador, en el 2012. Sus restos reposan en la capilla de la resurrección en la catedral.

Administrador
Julio César, encargado de la administración de la Diócesis, mantuvo su interinazgo y la gestión, mientras el Papa decidía quién sería el sucesor para llenar la vacante.
Una dura lucha
Bertram asume la titularidad del importante eslabón de la iglesia católica con sede en Santo Domingo de los Tsáchilas y algo más y, como prueba de fuego le ha correspondido hacer frente a los efectos de la pandemia Covid-19, devastadora y fatal, que azota al mundo.
En la otra cara de la medalla, le correspondió la Consagración de la catedral del Buen Pastor, que hoy luce su majestuoso e imponente figura que engalana a la capital de la provincia y, dice mucho de la fe cristiana que anida a la comunidad.

El dato
La primera sede episcopal estuvo en la iglesia matriz Ascensión, ahora es la catedral El Buen Pastor.
La región
El territorio diocesano tiene una extensión de 8.500 kilómetros, que bordea los 600 mil habitantes, asentados en las ciudades más pobladas: Santo Domingo, La Concordia, Puerto Quito, San Miguel de los Bancos.