Se decomisaron más de 250 jabas de cerveza. En las calles también se observó a personas ebrias y choques.
El desorden y la desobediencia continúa en un porcentaje de la población que habita en Santo Domingo. Todavía hay quienes se rehúsan a cumplir las disposiciones emitidas por el COE nacional, que entraron en vigencia con el objetivo de bajar el pico de los contagios Covid-19.
Durante los primeros operativos se reportaron ocho personas aprehendidas. La mayoría estaban bajos los efectos del alcohol, producto que ha sido comercializado de manera ‘camuflada’ en varias tiendas de barrio.
Autoridades y uniformados llegaron hasta el sector La Cubera, en Los Unificados, para interrumpir una “reunión social”. En plena vía pública se armó una piscina, donde había muchas personas que irrespetaban las medidas de bioseguridad.
No hay colaboración
Adrián Granizo, gobernador en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, lamentó que, a pesar de la crisis sanitaria, aún existan personas que no muestren respeto por la vida y que continúen en las calles divirtiéndose como si nada pasara. Además, recordó que los infractores podrían ser sancionados a 1 o 3 años de prisión.
El expendio y distribución de bebidas alcohólicas causó muchos problemas durante el fin de semana. Las autoridades decomisaron alrededor de 250 jabas y retuvieron el camión que las movilizaba para dar trámite al procedimiento correspondiente.
Al menos un funcionario público también estuvo entre los desobedientes. En la cooperativa de vivienda Santa Martha se reportó la agresión a varios miembros del orden, la misma que habría sido protagonizada por un uniformado que estaría en sus días franco y aparentemente consumía licor. (JD)